Tras haber estado internado tres días por una bronquitis, el papa Francisco, de 86 años, fue dado de alta este sábado del hospital romano y regresó al Vaticano para preparar las celebraciones de Semana Santa.
Tras recibir el alta, el Pontífice argentino abandonó el hospital a las 10:20 horas locales (08:20 GMT) a bordo de un utilitario y, a su salida, llegó a bajar del coche ayudado por un bastón, para saludar a los fieles y agradecer a los periodistas que han informado sobre su salud. “Aún estoy vivo”, dijo bromeando.
Además, durante su salida, abrazó y consoló a un padre y una madre desconsolados por la muerte de su hija pequeña. La mujer lloraba desconsoladamente y repetía “gracias”, mientras el padre le explicaba que llegó a conocer a la pequeña porque en el 2019 visitó el barrio romano de Casal Bertone y la sostuvo en brazos.
“Recemos por Angélica”, animó entonces Bergoglio, que los tomó de la mano para iniciar una oración, después de regalarles unos rosarios.
Antes de salir del hospital, Francisco se despidió del rector de la Universidad Católica, Franco Anelli; del director general del Gemelli, Marco Elefanti; el asistente eclesiástico de la Universidad, monseñor Claudio Giuliodori, y el equipo médico y de enfermeros que lo han asistido.
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El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, ya avanzó este último viernes que Francisco saldría este sábado del hospital con el beneplácito de los médicos que lo atendieron.
Francisco fue ingresado el pasado miércoles a causa de una bronquitis de base infecciosa, por lo que se le aplicó un tratamiento de antibióticos en infusión, por vía intravenosa. Ya desde el primer día hospitalizado, su salud constató una “mejoría”, tal y como aclaró Bruni por entonces.
Francisco ha permanecido en un apartamento de uso exclusivo de los papas en el Gemelli, inaugurado en tiempos de Juan Pablo II, y en estos días de convalecencia ha leído periódicos, ha rezado en su capilla e incluso cenó pizza acompañado por algunos médicos y colaboradores.
En la tarde de este último viernes visitó a los niños de la Unidad de Oncología Pediátrica y Neurocirugía Infantil y bautizó a un bebé llamado Miguel Ángel.
El momento fue grabado por las cámaras del Vaticano y sirvió para ver por primera vez al Pontífice desde su ingreso, sonriente entre los pacientes e incluso de pie (en los últimos tiempos suele usar un bastón o hasta la silla de ruedas por sus problemas de rodilla).
El Vaticano ha confirmado que Francisco tiene previsto presidir este domingo la misa del Domingo de Ramos, que abre oficialmente los ritos de la Semana Santa, la más importante del calendario litúrgico, aunque será oficiada por el cardenal argentino Leonardo Sandri.
Esta fue la segunda vez que Francisco ha pasado por el Gemelli. La primera tuvo lugar el 4 de julio de 2021, cuando fue operado del colon y quedó hospitalizado durante diez días.
Desde entonces, el Papa también ha padecido un problema en la rodilla derecha que le obliga a andar con bastón o con silla de ruedas y ha asegurado en varias ocasiones que no se quiere operar.