ALIENTO INTENSO. A tempranas horas la hinchada de Olimpia empezó a alentar al equipo. Así como abuchearon a los ecuatorianos. La intensidad del aliento fue aumentando a medida que se aproximaba la hora del partido.
SELLO FRANJEADO. Cuando el equipo decano ingresó al gramado emergió el mosaico cubriendo casi todo el sector de Plateas, imponente, perfecto. La frase “La gloria es eterna” se impuso en la noche sumándose a otro espectáculo más dentro del espectáculo deportivo. El mosaico ya es un sello olimpista en la Libertadores.
ESTADIO LLENO. Exceptuando el sector destinado a los visitantes, en preferencia norte, donde hubo unos 80 hinchas de Liga, los demás sectores del Defensores presentaron un lleno total.
INDECISOS. El clima de la noche no era muy entendible. Por eso a algunos hinchas se los veía solo con la camiseta franjeada y en mangas cortas y a otros con campera.

SILENCIO. El gol de Jhojan Julio fue un golpe muy duro para la hinchada. El silencio se enseñoreó por primera vez de la noche en Sajonia.
SIMPÁTICO. Muchos aficionados tras el gol de Mendieta miraban a las cabinas de transmisión como preguntando si valía o no el tanto.
DOS VECES. El gol de Willy se gritó dos veces. Tras su consumación y luego cuando, finalmente, el juez confirmó la conquista.