El monseñor Joaquín Robledo, en su homilía, recordó que las autoridades están para servir y expresó en idioma vernáculo la obra de Dios.
“Jesús he’i ñandeve: oikoseva guive cherembijokuáiramo tou chéndive. Ha mamo che aimehame oi va’era avei chendivé. Upe ojapova che rembipota”, dijo.
“Los que sirven, son los que ayudan. Los que se hacen solidarios. Los que tienen cargo y autoridad, si realmente lo usan con ese espíritu de servicio, están sirviendo... La autoridad debe ser ejercida con espíritu de servicio”, mencionó.
Pidió colaborar con todos los que promueven la dignidad de la persona humana, la justicia y el cuidado de la casa común.
“Sabemos de la polución, el agua contaminada. El aire, en fin. Todo eso que daña la salud, daña la dignidad de la persona humana”, recordó.
Además, el obispo hizo una exaltación de la cultura, valorando el arte, la pintura, la creación a través de la cultura, porque ayudan al ser humano a valorar el verdadero sentido de la vida.