Las precipitaciones, que apenas comienzan a menguar en esa zona del país tras una semana sin tregua, han afectado a más de 840.000 habitantes de 345 municipios, que sufren con la falta de alimentos, medicinas y de servicios básicos como luz y energía.
Los datos de la Defensa Civil local señalan que, de ese total, 121.957 personas se han visto obligadas a abandonar sus casas y trasladarse a recintos de familiares y amigos, mientras otras 19.368 están alojadas en albergues improvisados por las autoridades.
El estado brasileño de Rio Grande do Sul, en la frontera con Uruguay y Argentina, ha sido el más azotado por las lluvias, con al menos 83 víctimas mortales, mientras que el vecino estado de Santa Catarina registró un fallecimiento.
Las autoridades también investigan si otras cuatro víctimas están relacionadas con la tragedia climática que azota el sur del país y que ya es considerada como el peor desastre natural de la historia de la región.
El nivel del río Guaíba, cuyas aguas inundaron el centro histórico de Porto Alegre, la capital regional y donde viven 1,3 millones de habitantes, se estabilizó por encima de los cinco metros, su mayor marca histórica.
Con una población de 11 millones de habitantes, Rio Grande do Sul tiene un total de 496 municipios, de los cuales 345 han sido afectados.
Al menos 1,2 millones de domicilios y establecimientos comerciales permanecen sin energía eléctrica y 98 municipios carecen de servicios de telefonía e internet.
Asimismo, 61 carreteras reportaban bloqueos totales o parciales debido a la crecida de los ríos.
El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y el país entero se han volcado para ayudar a los damnificados.
Actualmente hay más de 14.500 profesionales en la región, la mayoría de las Fuerzas Armadas, que han logrado 25.000 rescates aéreos, terrestres y fluviales, con el apoyo de 30 aeronaves, 182 embarcaciones y 951 vehículos.
Los pronósticos meteorológicos anuncian nuevas lluvias en zonas ya azotadas por los temporales debido a un nuevo frente frío que provocará fuertes precipitaciones.
Fuente: EFE