Es sin dudas un calvario el que soportan peatones y conductores a diario, quienes deben evitar caer en baches y pozos que constituyen un posible riesgo material y también para su propia seguridad.
Los medios reportan con cierta regularidad incidentes y accidentes que se producen debido al mal estado de los pavimentos. Es el caso reciente de una joven que circulaba a bordo de su motocicleta y que sufrió un accidente debido a un gran bache; aconteció en la avenida Del Agrónomo, en la ciudad de San Lorenzo, cuando la joven cayó en un bache y como consecuencia sufrió golpes y heridas.
Lo mismo sucede en la ciudad de Mariano Roque Alonso, donde los vecinos se quejan de los numerosos cráteres en las calles. Las quejas apuntan a que varios tramos, muy concurridos, se encuentran bajo agua debido a la precaria infraestructura vial y también a la antigüedad de los caños obsoletos de la Essap. Señalan particularmente una de las avenidas, la General Garay, que se encuentra en muy mal estado, la que además de resultar un peligro, causa gran perjuicio a los conductores cuyos vehículos sufren daños por los golpes de los baches. “Constantemente tengo que gastar en reparar mi vehículo porque todo el tiempo entra al taller por los golpes de los baches. Tenemos que pagar altos impuestos de nuestras casas y tener las documentaciones al día en la Municipalidad, pero la intendenta no hace absolutamente nada”, reclamaba un poblador.
Ante tamaño problema que no encuentra solución, la ciudadanía señala con frecuencia, además de la inoperancia de las autoridades municipales, la desidia de la Essap. Apuntan fundamentalmente a la falta de coordinación entre las autoridades, pues se pueden observar en calles y veredas, significativas pérdidas de agua, por los caños rotos de la aguatera. Pese a las reuniones que han mantenido intendentes con el titular de la Essap, para establecer una alianza con el fin de coordinar obras de reparación de cañerías, alcantarillado sanitario y bacheos necesarios, es evidente que el proceso será lento. Pero no caben dudas de que la gran responsabilidad es de las autoridades que son ineficientes y carecen de planes para resolver los problemas de las ciudades y sus habitantes. Es su mala gestión la que se observa a diario en las calles y avenidas en forma de baches y caudalosos raudales.
Se entiende que cualquier medida de urgencia será solamente transitoria, pues son décadas de falta de planificación y trabajo coordinado entre el gobierno central y las autoridades locales. Aunque queda en evidencia la falta de capacidad de gestión y la voluntad de unir los esfuerzos para resolver los problemas de las comunidades. En este capítulo cabe sin lugar a dudas el complejo problema de la falta de desagüe pluvial, ausente en prácticamente todas las ciudades del país.
Sumada a todos estos elementos, se hace notable la evidencia de una falta absoluta de planificación a nivel urbano. Es inadmisible que las autoridades locales y nacionales no puedan poner en marcha las soluciones que los ciudadanos exigen, por lo cual es válido que los mismos se pregunten, qué hacen intendentes, concejales y ministros con los impuestos de la población.
Todas estas autoridades tienen la obligación de organizar la vida en la ciudad y a nivel país para lograr que cada paraguayo viva en un ambiente seguro y tenga bienestar y calidad de vida.
