“La Fiscalía informa que en los allanamientos de ayer y este sábado en horas de la madrugada se secuestraron diversos elementos que estarán en resguardo total de la institución, con el aval del juez correspondiente”, publicó la entidad en sus redes sociales.
Detalló que se incautaron 36 computadoras, un servidor y “documentación variada”, entre hojas en blanco con el membrete del bufete, la firma original del representante de Panamá y sello de alto relieve de Mossack Fonseca de las Islas Vírgenes.
Es decir, indica la Fiscalía, “en el lugar se encargaban de completarlos con la información requerida” desde su central.
La Fiscalía no detalló si ha citado a los representantes del bufete panameño a rendir declaración o alguno de los salvadoreños supuestamente salpicados por la filtración conocida como los papales de Panamá.
El director de Relaciones Públicas de la firma, Carlos Sousa, aseguró que están dispuestos a “cooperar con las autoridades que soliciten información por los canales legalmente establecidos y cumpliendo con los requerimientos de la legislación respectiva”, según un comunicado difundido en medios locales.
Según el diario digital El Faro, los documentos filtrados indican que más de 220 empresas fueron creadas bajo la sombrilla de la firma panameña de abogados, que entre 2000 y 2015 trabajó con al menos 33 clientes salvadoreños.
El Faro sostuvo que “las empresas, creadas para garantizar el anonimato de sus propietarios, han sido usadas para efectuar transacciones de cientos de miles de dólares, compra de inmuebles en El Salvador o para celebrar convenios con municipalidades salvadoreñas, todo fuera del radar de las autoridades locales”.
La filtración, la mayor en la historia del periodismo con 11,5 millones de documentos, ha dejado al descubierto la existencia de miles de empresas y activos opacos de personalidades de todo el mundo.