La industria aviar tuvo un ingreso de USD 199.065 mediante la comercialización de 419.098 kilogramos en el mercado internacional, de acuerdo al Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
Aunque se logró colocar mayor volumen y la caída de precios no es muy amplia, para los productores de pollo, este comportamiento no ayuda ante el impacto negativo que enfrentan granjas por varios factores.
“Estamos aún muy preocupados por el contrabando, más todavía con esta sequía, porque no sabemos cómo va a terminar la cosecha de maíz y de soja, que son dos ingredientes de la alimentación de las aves”, lamentó el titular de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Pollos (Appep), Pedro Kirchoffer.
Sobre el combustible detalló que recae en el transporte de insumos para la producción de balanceados, en el traslado de estos productos hasta las granjas y el transporte de pollos hasta las industrias para su faena. Como el servicio de la Administración Nacional de Electricidad se interrumpe constantemente, las granjas también utilizan combustible para hacer funcionar los costosos generadores.
Asimismo la merma en la producción agrícola apunta a un encarecimiento de la materia prima utilizada para nutrición animal, lo que implica un gran sobrecosto para el sector.
Sobre las exportaciones Kirchoffer comentó que los envíos no se realizan a mercados Premium, por tanto los precios que reciben los productos paraguayos son bajos con relación a su potencial.
Según el Senacsa, hay menos de 10 destinos de la carne y despojo aviar. El principal comprador es Mozambique con una participación del 31% en las compras, le sigue Albania con 25% y Guinea Ecuatorial con 19% de concentración. Los demás tienen poco protagonismo en las negociaciones.
Para la Appep, el efecto es grave, ya que no se logra colocar masivamente la pechuga, que es el corte con mejor paga. Kirchoffer comentó que Brasil en cambio envía este corte a importantes mercados a una buena cotización y que por tanto no tiene problema en vender el muslo a precios muy bajos, lo que repercute por un lado en la pérdida de competitividad de la avicultura paraguaya y, por el otro, promueve el contrabando desde el país vecino con partes del pollo que más demandan los consumidores paraguayos.
Algunas granjas ya decidieron cerrar debido a que ya no podían sostenerse económicamente y no hay una tendencia de que la situación mejore en el corte plazo.
La Cifra
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toneladas de carne y despojo aviar se exportaron en enero pasado a siete destinos, principalmente a Mozambique.