La especie Boana pulchella fue recolectada por última vez en el año 1983 en el sur de la Región Oriental, entre los departamentos de Itapúa y Misiones, en las ciudades de San Cosme y Damián, Santiago y San Patricio. En aquel tiempo se encontraron cuatro ejemplares, según informaron desde la organización Prociencia.
En ese sentido, señalaron que debido al escaso número de registros y las alteraciones del ecosistema a las que está sometida la rana en la región en la cual habita, se la promovió a la categoría de especie “en peligro de extinción” en Paraguay, según el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).
En esta ocasión, fueron visualizados dos ejemplares en el Departamento de Misiones, específicamente en el distrito de Santiago, solo durante el mes de mayo, lo cual sugiere su baja abundancia en el área, a diferencia de regiones más australes como la pampeana argentina y todo el territorio de Uruguay.
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“El muestreo de campo aplicado incluyó la búsqueda activa de ranas (anuros) desde octubre de 2020 hasta mayo de 2021, alcanzando 51 horas, distribuidas en 17 noches”, indicaron.
Asimismo, detallaron que las ranas fueron halladas en un área de cultivo de arroz y en una zona en sucesión posagrícola, en la cual se cultivó arroz hasta el año 2018.
Los individuos de Boana pulchella, ambos adultos, fueron registrados el 25 (sitio 1) y 26 de mayo (sitio 2) de 2021, entre las 19:30 y 20:30 horas, por los investigadores.
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Entre otras cosas, mencionaron que, dada la condición de amenaza de la especie en Paraguay, adquiere gran relevancia la continuidad de los estudios de campo que permitan comprender su dinámica poblacional, así como la del ensamble de anuros (grupo de anfibios) en ecosistemas agrícolas.
“Esto aportará información necesaria para el diseño de estrategias de manejo que fomenten la conservación de la fauna nativa”, manifestaron.
De igual manera, explicaron que la Boana pulchella habita cuerpos de agua semipermanentes o permanentes de ambientes naturales y antropizados (transformación del medio natural por la acción del ser humano).
En tanto que se mantiene activa en horario crepuscular y nocturno en el transcurso del periodo reproductivo, que se extiende durante la mayor parte del año. Su dieta se compone principalmente de artrópodos (arañas, insectos, ciempiés), aunque presenta variaciones vinculadas a los microhábitats y las estaciones.
Las investigadoras especifican que el género Boana comprende actualmente 98 especies, distribuidas en el centro y sur de América desde Nicaragua hasta Argentina.
La Boana pulchella es de tamaño pequeño, hasta 50 milímetros, con una coloración dorsal variable que va desde verde, amarillo a marrón claro, con diversos diseños, lo que ha motivado su redescripción en numerosas ocasiones.
El artículo científico denominado Boana pulchella (ANURA: HYLIDAE) en Paraguay: nuevos hallazgos luego de más de tres décadas fue publicado en la Revista Latinoamericana de Herpetología por Griselda Zárate-Betzel, Karina Núñez, Medes Mendoza, Fátima Ortiz, Patricia Salinas y Andrea Weiler.
El trabajo fue realizado en el marco del proyecto de investigación “Análisis de la diversidad de fauna en agropaisajes asociados al cultivo de arroz en el Departamento de Misiones” que recibió G. 500 millones a través del programa Prociencia con el apoyo del Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI).