El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) de Perú anunció en un comunicado que vigilantes del parque de Machu Picchu pudieron fotografiar por primera vez a este roedor a escasos metros de uno de los caminos incas que conducen hasta las ruinas.
La última vez que se había registrado este especie había sido en 2008 durante el proceso de actualización del Plan Maestro del santuario de Machu Picchu.
La rata de bambú habita en zonas subtropicales o tropicales húmedas y ha sido registrada anteriormente en elevaciones medias de las laderas andinas orientales del sur de Perú y el norte de Bolivia.
Figura en la lista de especies con datos “deficientes” por la ausencia de información reciente sobre su estado, amenazas y nicho ecológico, debido a que se tienen pocos reportes de sus avistamientos.
Uno de los pocos lugares donde ha sido documentada es el bosque húmedo de Chusquea, en Machu Picchu, a 2.600 metros sobre el nivel del mar, donde se encontraron restos de un ejemplar en un entierro inca precolombino.