EFE
“Cuando te acusan de algo que no es, es muy duro, no solo para mí sino para mi familia y mis hijos”, dijo Lagomarsino en una entrevista con la emisora argentina Radio Con Vos.
Nisman, quien investigaba el atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA de Buenos Aires, fue encontrado muerto en su apartamento, con un tiro en la cabeza, el 18 de enero de 2015, cuatro días después de acusar a la entonces presidenta argentina, Cristina Fernández, de encubrir a iraníes acusados por el ataque.
El informático, quien el martes pasado declaró en calidad de imputado como partícipe necesario de la muerte de Nisman, consideró que será la “verdad” la que le sacará “del medio de toda esta mentira”.
“Ruego por que se sepa la verdad, no nos merecemos vivir en un país en el cual no se cree en la justicia”, dijo.
Lagomarsino admitió el martes ante la Justicia haber prestado a Nisman el arma de la que salió el disparo que terminó con la vida del fiscal y reiteró que el procurador se la pidió para proteger a sus hijas.
Lagomarsino hizo hincapié en el “contexto” en el que sucedieron los hechos y definió como “totalmente lógicos” los “miedos” de Nisman, que “acababa de denunciar a un presidente”.
“Los motivos de Alberto por pedirla (el arma) lamentablemente se los llevó Alberto”, señaló Lagomarsino.
En septiembre, una junta de policías y peritos estableció que dos personas golpearon, drogaron con ketamina y asesinaron a Nisman, lo que alejó la teoría del suicidio.
“Yo creo que fue un autodisparo, no sé el motivo (...). Un autodisparo es un suicidio, la mecánica es autodisparo y el término legal es suicidio”, sostuvo, sin embargo, el informático.
Lagomarsino, quien ante la Justicia dijo que tenía con Nisman un vínculo de “amo y esclavo”, afirmó hoy que la relación laboral no era común porque él tiene “una autoestima muy baja”.
Señaló que su problema fue “pensar en el otro” y meterse “en la piel de Alberto”.
“Si se suicidó es porque era una persona que no estaba en sus cabales. Si lo mataron, él no tiene nada que ver”, dijo.
Lagomarsino negó todo vínculo con los servicios secretos y dijo que la tobillera electrónica que le pusieron la semana pasada por orden judicial le “hace sentir un delincuente”, algo que, aseguró, no es.