Bad Bunny fue el primer músico latino y de habla hispana en liderar el renombrado festival en EEUU, que se lleva a cabo durante dos fines de semana consecutivos de tres días y tradicionalmente da inicio al circuito de giras del verano boreal.
El evento prosigue mañana, domingo 16, y luego el próximo fin de semana, cerrando el domingo 23 de abril.
Bad Bunny, de 29 años y cuyo nombre real es Benito Martínez Ocasio, es actualmente una de las principales estrellas de reguetón del mundo, aunque también es muy criticado por las actitudes que tiene y el contenido de sus canciones.
En su presentación interpretó temas como Vete, Tití me preguntó y Yo perreo sola ante miles de espectadores entusiastas, en medio de fuegos artificiales y llamaradas.
El espectáculo también contó con imágenes de estilo documental con voces en off que contextualizaban la historia de la música latinoamericana, y más específicamente caribeña, que ocupa un lugar destacado en su trabajo.
También incluyó referencias a clásicos, como Las tumbas, de Ismael Rivera, y Brujería, de El Gran Combo.
Invitados
Al igual que muchos artistas en Coachella, Bad Bunny invitó a otros músicos de gran destaque, incluido Post Malone, quien, a pesar de las dificultades técnicas del audio que hubo, interpretó una versión acústica de La canción para deleite de la multitud.
Temprano en la noche, Bad Bunny preguntó al público si prefería que hablara inglés o español, y la respuesta fue rotunda: en español.
Aunque ya había tocado en Coachella como solista en 2019, Bad Bunny dijo que la noche de este viernes fue un hito en su carrera exitosa. “Nunca ha habido alguien como yo antes”, dijo en español el gigante del reguetón.
Horas antes, los fanáticos presenciaron cómo el festival revivía sus raíces roqueras de principios de milenio, con la presentación de Blink-182, un espectáculo que fue anunciado apenas un día antes.
El grupo exhibió su formación original, para goce redoblado de los asistentes mayores de treinta años.
Los miembros de la banda Blink-182, Travis Barker, Mark Hoppus y Tom DeLonge, que ahora están cerca o superan los 50 años de edad, interpretaron éxitos, como The Rock Show y What’s My Age Again.
En el cierre, la multitud entonó la melancólica I Miss You y luego All The Small Things.
Más estrellas
También los raperos Pusha T y Doechii y la nigeriana Burna Boy se destacaron el viernes, además de discjockeys de la talla de Nora.
La estrella del pop belga Angele hizo su debut en Coachella en un codiciado horario nocturno, vistiendo un atuendo de bola de discoteca para interpretar sus temas de electro-pop con inflexión de jazz junto a bailarines y subtítulos en francés ocasionales que desfilaban detrás de ella.
De su lado, la artista pop Becky G, originaria de Los Ángeles, lució un bikini azul brillante y jeans holgados de JNCO para su muy esperada actuación, que incluyó algunos de sus éxitos y algunas de artistas mexicanos en homenaje a sus raíces.
“Muchos artistas latinos están rompiendo barreras”, dijo a la AFP la fan Katherine Narváez antes del show de Becky G. “Es asombroso verla crecer como artista y triunfar”, acotó la joven de 28 años.
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Junto con Bad Bunny y Becky G, la numerosa representación latina de este año incluye al rapero Eladio Carrión, a Los Fabulosos Cadillacs de Argentina y a la ganadora del Grammy Kali Uchis.
Esta es la primera vez que la cabeza de cartel en Coachella no es un músico blanco, además, a Bad Bunny se sumaron las superestrellas coreanas de K-pop Blackpink y el influyente y solitario artista de R&B Frank Ocean.
Este fin de semana también se preveía la alineación más internacional que Coachella haya tenido, incluidas la española Rosalía y la islandesa Bjork.
El productor electrónico Jai Paul se preparaba a su vez para realizar su primera actuación pública, mientras que Diljit Dosanjh debía convertirse en el primer cantante punjabí en actuar en Coachella.
Estarán igualmente presentes el fin de semana el supergrupo estadounidense de indie rock boygenius, que incluye a Phoebe Bridgers, Lucy Dacus y Julien Baker, y Charli XCX.