Aída García, una de las trabajadoras, refirió que son cinco limpiadoras afectadas, quienes viven de promesas incumplidas. Todas pertenecen a una empresa INGALL SA, contratada por el IPS. “Cada fin de mes que llega dicen que nos van a pagar pero no hay nada”, denunció.
García, además, reveló que la firma en cuestión hace figurar que los funcionarios cobran salario mínimo y sin embargo ganan G. 1.200.000, según apuntó.
Las trabajadoras tienen familias que mantener, con hijos cada una, que necesitan. Más aún, ahora que se está a las puertas de las fiestas de fin de año, quieren ver el fruto de su trabajo; por lo que esperan que sus reclamos sean escuchados. AM