Hasta ahora no se sabe si fue de forma sarcástica o realmente logró bajar tantos kilos, lo cierto es que dio de qué hablar.
“Para mí es una maravilla. Le amo al metrobús. Bajé 10 kilos, caminé mucho más”, manifestó la mujer a Telefuturo el domingo último.
Guillermina Arrúa dijo que gracias al trajín de las obras en la zona de Zavala Cué tiene que caminar 17 cuadras por día y dar muchas vueltas hasta encontrar un lugar donde abordar el bus que la lleve a su destino.
“Todas las dietas que hice no me resultaron pero el metrobús sí. ¡Viva el metrobús!”, finalizó la mujer.
Ayer domingo, desde la 8.00 hasta las 9.30, el equipo periodístico de Telefuturo no logró visualizar ningún obrero en la zona de la ruta Mariscal Estigarribia y su intersección con Zavala Cué.
No había más que máquinas paradas en medio del pavimento, en perfecto contraste con transeúntes que sorteaban todo tipo de obstáculos para cruzar.
La promesa del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) era que la empresa constructora encargada de la obra trabajaría de día y de noche, sin diferencias entre días hábiles, fines de semana o feriados, lo que, evidentemente, no se cumple.
El poco avance en las obras genera molestias a los pobladores, especialmente a los comerciantes de la zona, quienes desde que el proyecto inició solo sufren pérdidas económicas.