Una joven fue blanco de una bala perdida que traspasó el techo de zinc de su vivienda y cayó sobre su cabeza, ya sin fuerza, causando a la víctima milagrosamente una herida de refilón. El hecho ocurrió alrededor de la medianoche del jueves, en el barrio Santa Teresa del centro urbano de Hernandarias. Las autoridades policiales desconocen de dónde provino el tiro, del que milagrosamente se salvó la víctima.
El caso sucedió en el barrio hernandariense donde se encontraba Liz Milagros Gullón Paredes, de 19 años, descansando en el dormitorio de la vivienda familiar. Los disparos fueron realizados en el mismo barrio, ya que la víctima llegó a escuchar el estampido, antes de sufrir un golpe en el cráneo.
El proyectil la alcanzó de refilón y no necesitó ser internada, aunque fue trasladada al Hospital Distrital de Hernandarias por sus familiares, quienes se dieron un gran susto.
El médico Fernando Binosoni inspeccionó la herida y concluyó que se trataba de una lesión superficial, para darle el alta médica a la afectada por no revestir gravedad.
Los agentes policiales Carlos Fleytas y Alcides Villalba acudieron al centro asistencial para tomar la denuncia sobre el caso luego de ser alertados por las autoridades sanitarias, con relación al ingreso al sector de urgencias de una joven herida de bala.
Luego se trasladaron a la vivienda de Gullón Paredes y pudieron visualizar un agujero en el techo de zinc justo sobre el lugar donde está la cama y el proyectil intacto en la cama.
Un caso similar se había registrado el 20 de junio pasado en el barrio San Francisco de la misma localidad, cuando un niño de 8 años había sido blanco de otra bala perdida, también en el momento en que dormía en la cama de su abuela, donde se encontraba de visita. El proyectil había impactado en el pecho del niño, que le produjo un hematoma, sin perforarlo, conforme a los antecedentes. El autor tampoco pudo ser identificado. ÉM