Uno de los cambios más notorios se establece en el logotipo. El antiguo tenía las esquinas redondeadas, pero su forma era más cuadrada. En el nuevo diseño, se ha apostado por aumentar más el radio de las curvas de las esquinas, y redondear los lados para obtener una forma que es considerada como más dinámica. Además, el naranja pasa a ser el nuevo color principal del logo, que sustituye al azul y amarillo anterior.
Según apuntaron los directivos de la entidad bancaria, la nueva identidad está basada “en la herencia de la marca”, y quiere posicionar y preparar al banco para los retos del futuro. Los cambios en el logotipo están hechos con el objetivo de conseguir una forma más orgánica y parecida a la “piedra negra” (ita hu) que se constituye como el origen del nombre de la entidad, una de las más antiguas de la región y el mundo. A su vez, desde Itaú compartieron las imágenes que acompañarán a la campaña de renovación de la identidad del banco, que cuenta con la participación de artistas locales de renombre como Berta Rojas, Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori, entre otros.