El ocaso avanza en el puerto mediterráneo –cuna del derrocado dictador Muamar Gadafi– pero no son las nubes las que traban su camino, sino cientos de pendones negros que se alzan al cielo con la enseña de Abu Bakar al Bagdadi, líder del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak. “Muchos de ellos son antiguos combatientes de Ansar al Sharia (Seguidores de la ley Islámica)”, grupo que se ha desligado de Al Qaeda para jurar obediencia al autoproclamado califa, explicaba mientras el amenazante desfile yihadista tenía lugar esta semana. Desde entonces patrullan el centro-oeste de la ciudad, vestidos la mayoría con uniformes militares que recuerdan a los escuadrones yihadistas de Afganistán –solo unos pocos llevan ropa castrense negra y el rostro cubierto–, armados con fusiles de asalto y lanzagranadas portátiles tipo ARPG, a bordo vehículos Toyota todoterreno con el pendón del EI.
queman vivos. El grupo yihadista volvió a mostrar su extrema violencia en la ciudad occidental iraquí de Al Bagdadi con el asesinato de 43 ciudadanos, a los que quemó vivos después de haberlos mantenido secuestrados durante más de una semana. Una fuente de seguridad dijo que los fallecidos eran en su mayoría policías y miembros de los Consejos de Salvación (milicias suníes progubernamentales) que luchaban contra el EI en Al Bagdadi, situada en la provincia de Al Anbar.
corazón de Bashar. La rebelión golpeó por primera vez el centro de Qardaha, la ciudad natal de Bashar Al Asad, con un atentado con coche bomba que dejó cuatro muertos, según la televisión estatal. “Cuatro ciudadanos murieron y otros fueron heridos en un atentado terrorista con coche bomba en el aparcamiento del hospital de Qardaha”, indicó la cadena. El término terrorista es el empleado por el régimen para designar a los rebeldes. Los alrededores de Qardaha fueron atacados recientemente por varios cohetes lanzados por los rebeldes desde la provincia de Lataquia, pero es la primera vez que un atentado se produce en el centro de la ciudad. En Qardaha nació el ex presidente sirio Hafez Al Asad, padre del jefe de Estado, y allí está enterrado. EFE-AFP