Además, aseguró que la reapertura de la cárcel de Tacumbú para recibir a nuevos reclusos y el cierre del penal de Emboscada no guarda relación con chantajes de clanes criminales. En ese sentido, resaltó que a él “no lo maneja nadie” y que su nombramiento en dicha cartera de Estado fue con la misión de “cortar la sumisión del Estado paraguayo con los clanes”.
Barchini dijo que el cierre del penal provocó un hacinamiento mayor en la cárcel de Emboscada y que no tuvo más remedio que reabrir Tacumbú. “Se cuadruplicó la cantidad de personas en Emboscada, razón por la cual no tuve más solución que cerrar Emboscada”, subrayó e indicó que por semana recibe entre 100 a 150 nuevas personas privadas de libertad y que tiene que reubicarlas sin poner en riesgo la integridad de ninguno.
Sobre el punto, remarcó que se trata de “un tema muy complejo, pero quiero dejar en claro que a este ministro no le maneja ni la prensa ni mucho menos clanes criminales. Hemos hecho lo que tenemos que hacer dentro de nuestra competencia”.
También aseguró que con su llegada al Ministerio de Justicia, ha cortado o ha tratado de cortar “esa sumisión del Estado paraguayo a los clanes criminales, sea Rotela, PCC o Comando Vermelho”. Además, resaltó: “Hemos actuado con la firmeza y la determinación de volver a retomar el control de las penitenciarías”.
Consultado sobre la posibilidad de retirar a Javier Rotela de Tacumbú y trasladarlo a otra prisión, Barchini dijo que es posible y que el Estado tiene toda la potestad de hacerlo, pero que hay que analizar los efectos colaterales.