Internos de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, principalmente miembros del clan Rotela, liderados por Armando Javier Rotela, tomaron el control del penal desde la tarde de este último martes y tomaron de rehenes a una veintena de guardiacárceles y mujeres, quienes en su mayoría permanecen privados de su libertad hasta este miércoles.
Todo esto se generó como consecuencia de las declaraciones del titular del Ministerio de Justicia, Ángel Barchini, quien días pasados había dicho que el suboficial Oliver Daniel Lezcano, procesado por el asesinato del militar Líder Javier Ríos, no se fugó del penal, sino que fue secuestrado y asesinado por miembros del grupo criminal.
Esto ya había desatado manifestaciones tanto dentro como fuera del centro reclusorio días pasados, lo que se logró apaciguar tras conversaciones entre las autoridades y los reclusos.
Sin embargo, la tensión retornó nuevamente este último martes. Mientras familiares de los reos exigían la presencia del ministro en las afueras del penal, los internos protagonizaron un motín adentro, solicitando el ingreso de los medios de comunicación para dar a conocer un video que demostraría que el uniformado sí se dio a la fuga.
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Poco después ya fue difundido el material que supuestamente el mismo Oliver emitió desde la clandestinidad y en el cual afirmaba que “está vivo y no fue descuartizado”. El hombre menciona que “es domingo 8 de octubre, a las 19:00".
Mientras continuaba la toma de rehenes de guardiacárceles y mujeres por parte de los internos, el ministro declaró que los clanes no le van a “manejar la agenda” y que la prioridad para el Gobierno es garantizar los derechos humanos de las personas privadas de libertad, así como la seguridad.
“El descontrol que existe en la penitenciaría de Tacumbú, en un sector específicamente, manejado por clanes que están acostumbrados a hacer lo que quieren, entiendan bien, comprendan bien, que a este Ministerio de Justicia y a este Gobierno no le van a manejar la agenda”, advirtió.
Sus nuevos entredichos causaron incluso más caos, ya que en las inmediaciones del penal un grupo de pobladores comenzaron a manifestarse, quemando cubiertas y generando tumultos. Dos agentes de la Policía Nacional incluso resultaron heridos de bala, mientras que en el interior de Tacumbú los reos comenzaron a quemar colchones para evitar el ingreso de los uniformados.
Convocó a conferencia y no habló
Ante los reclamos por una respuesta, Barchini convocó a una conferencia de prensa para las 20:00 en la que se esperaba que hable o actúe como mediador ante la situación. Sin embargo, de forma insólita, además de haber iniciado una hora más tarde, ni siquiera habló y hasta se mostró sonriendo.
Fue el ministro del Interior, Enrique Riera, quien se pronunció como vocero y anunció que el Gobierno activó una mesa de crisis para buscar una solución. Explicó que la ley de seguridad interna permite que intervengan las Fuerzas Armadas y alegó que están controlando la crisis, ya que primero “se apagó el fuego” que había en el techo del penal.
En la mañana de este miércoles, tras más de 15 horas, los internos aún mantienen el control de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú. Varios agentes penitenciarios pasaron la noche y madrugada retenidos y hasta el momento no hay una respuesta por parte del Gobierno.
“Son una manga de inútiles”
Guardiacárceles que están en las afueras señalaron a través de los medios que, desde el interior, los reclusos exigen la urgente presencia del ministro o del viceministro de Justicia, a fin de lograr una negociación y finalmente liberar a los funcionarios penitenciarios y mujeres.
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“Los compañeros están pidiendo la presencia de las autoridades respectivas, ya sea ministro o viceministro de Justicia que se haga cargo, y necesitamos que vengan a solucionar esto lo antes posible. Son 22 (rehenes) con el director ya, están todos bien. Acá es la crisis, no en la oficina. Ellos solo sirven para pedir cargos; son una manga de inútiles”, expresó William Barboza, ofuscado, al tiempo de afirmar que incluso los altos funcionarios de Justicia ya apagaron sus teléfonos o no les atienden.
De acuerdo con un comunicado que habían emitido los guardiacárceles retenidos, los presos tienen tres pedidos principales para que vuelva la normalidad en el sitio: que haya garantías de que no van a entrar los organismos de seguridad del Estado, que se defina una fecha definitiva de cuándo van a abrir la cárcel para nuevos reclusos y tener un diálogo con el viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora.