Sedientos de una solución. Las sensaciones térmicas de más de 45 grados se suman a la falta de agua que padecen 15 familias del barrio Isla Aranda de Limpio.
El problema empezó hace 11 días, cuenta Graciela Ramírez, una de las vecinas afectadas por la situación.
Anteriormente, el servicio presentaba intermitencias; sin embargo, se fue agravando en los últimos tiempos llegando al cero total de provisión.
La distribución del vital líquido para las 15 familias está a cargo de una aguatería de la zona, revela la pobladora.
Por mes el mínimo a pagar era de G. 25.000, pero con los excedentes el total podía llegar a ser hasta G. 50.000, detalló.
“Nunca nadie tuvo problemas de pagar el excedente cuando hay agua. Pero desde diciembre ya empezábamos a tener problemas. Ahora, hace 11 días de seguido ya no viene ni una gota”.
Conflicto. Los medios se hicieron eco de la situación. Los vecinos aprovecharon los micrófonos de los canales para lanzar oleadas de quejas.
“Con este calor es insostenible, tenemos criaturas enfermas, tenemos adultos enfermos, el señor de la aguatera no hace caso, llamamos y no atienden”, expresó a Telefuturo Dahiana Chaparro.
Los bomberos voluntarios de la zona ayudaron a paliar la situación. Durante la noche los pobladores aguardaban la llegada del agua, mirando al tanque distribuidor que se erguía en la oscuridad nocturna, cual inservible tótem.
Mucho menos han resultado los constantes reclamos que realizan al dueño de la aguatería Los Nietos, denunciaron los afectados.
“Llamamos y no nos atienden, nos dejan en visto. Nos vamos y el señor (dueño de la aguatería) nos toma como burla, nos dice que juntemos en balde, que veamos un tanque y que estamos obligados a pagar el mínimo”, relató Chaparro al canal.
La señora Graciela Ramírez reveló que a pesar de toda la repercusión que ha tenido el caso, la situación no ha cambiado. Denuncia además la prepotencia del dueño.
“Anoche nos dijeron si no les gusta nuestro servicio cambien de aguatería. Nos sorprendió realmente la manera en que nos trataron”.
Entre las excusas que dan los responsables de la empresa proveedora, es que hay gente que no está pagando por el servicio. Ramírez considera que en caso de ser así, deberían de proceder a cortar el servicio a quienes están en mora, no a todos. Reveló también que ayer fueron hasta el barrio tres funcionarios del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan). Esto generó esperanza en los vecinos.
Sin embargo, según cuenta Ramírez, los funcionarios repitieron la versión de la aguatería. “Eso no viene al caso del problema”, les expresó.
Los funcionarios labraron un acta, sin dejarles copias a los vecinos, y se retiraron sin decir nada más, relató Ramírez.
Sobrevivencia. Mientras aguardan la regularización de la provisión de agua, las 15 familias se las ingenian para seguir y no naufragar en la inmovilidad de la indignación.
El martes a la noche, un camión cisterna ayudó a llenar varios tambores. Como cuentan con vehículos van hasta la casa de sus parientes y desde ese lugar transportan el agua.
Fueron hasta la Municipalidad para reclamar por lo que están viviendo, pero una funcionaria que les atendió les dijo que la responsabilidad era de la proveedora. Ayer no fue posible contactar con el administrador de la aguatería.
“Nos rebuscamos. Pero no es el caso. No nos vamos a morir sin agua. Pero estamos sufriendo, padeciendo”, declaro con angustia.
En otras zonas suelen ser reiterados los reclamos de vecinos por la provisión de agua de las aguaterías. En Fracción El Bosque de Limpio, en la zona alejada de la ruta, el servicio es intermitente.
