El Banco Central del Paraguay (BCP), en conjunto con el Ministerio de Hacienda, realizó en la víspera la conferencia Evaluación 2022 y Perspectivas 2023, bajo el lema “Reformas estructurales como motores del crecimiento sostenible”, evento en el cual se dieron a conocer las primeras proyecciones oficiales sobre el crecimiento de la economía local para el año entrante.
Conforme a las estimaciones elaboradas por los técnicos del BCP, el producto interno bruto (PIB) de nuestro país, luego de una magra expansión de 0,2% en el 2022, pasará a crecer en torno a un 4,5% en el 2023. Este resultado estará muy relacionado al fuerte rebote que se prevé en el sector primario, que desde una caída de 9,2% este año crecería a un ritmo de 20% el año que viene.
“El BCP está proyectando para el 2023 un crecimiento del 4,5%, el cual va a estar motorizado principalmente por una recuperación de la agricultura y sus efectos indirectos sobre otros sectores de la economía”, explicó José Cantero, titular del ente financiero matriz. Es que puntualmente para el agro se calcula un incremento de 30% el año entrante, siendo el bloque de mejor resultado.
También se vaticina un incremento de la ganadería, pero con una dinámica inferior y una expansión en torno al 2%. Por otro lado, en el sector secundario la perspectiva es que el segmento de electricidad y agua sea el de mayor rendimiento, con un crecimiento de poco menos de 5%. Finalmente, para el sector terciario la estimación es de una subida de poco más de 3%, con dinámicas similares en los subsectores de Gobierno general (3,7%), comercio (3,2%) y servicios (3,1%).
Por otro lado, en cuanto a la inflación, el BCP ratificó el camino a la convergencia hacia su meta, cuyo objetivo central es de 4%, con rangos de tolerancias negativos y positivos de 2%. “La inflación está convergiendo a la meta del BCP. El efecto contagio se está reduciendo y la proyección, compatible con las expectativas, arroja que la inflación en 2022 cerrará en 8,6% y 4,1% para el 2023”, aseguró Cantero al respecto.
Recuperación. Por su parte, William Maloney, economista jefe de la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial (BM), destacó que la región va recuperándose y volviendo a sus niveles anteriores a la pandemia del Covid-19, incluyendo a Paraguay, aunque resaltó que factores exógenos como la guerra Rusia-Ucrania impactan negativamente. Por el lado de Paraguay, indicó que el país cuenta con grandes expectativas de crecimiento para el año que viene, pero dijo que todavía queda toda una agenda de reformas por implementar para seguir creciendo.
En esta misma línea, Maloney expresó que el contexto bélico de Rusia y Ucrania afectó a la economía generando una inflación en combustibles y alimentos, impactando principalmente en la población más vulnerable, no solo de Paraguay, sino de toda América Latina. Sin embargo, consideró que los indicadores sociales se han recuperado en gran medida, pero resaltó que las secuelas a largo plazo requieren de políticas públicas que ayuden a que esta recuperación sea sostenible.
“Los bancos centrales de América Latina tomaron acciones decididas para manejar la inflación. Las subas de precios en alimentos y combustibles fueron un reto para los hogares, pero las expectativas siguen ancladas en gran medida”, aseguró Maloney. Agregó que se debe avanzar en cuestiones como la educación e inversión en infraestructura.