El hecho ocurrió el viernes en el Hospital Regional de Ciudad del Este, donde médicos realizaron una cesárea para interrumpir el embarazo de riesgo de una mujer que llevaba el séptimo mes embarazada. Su vida y la del bebé estaban en riesgo.
Tras la operación, cerca del mediodía, los médicos avisaron a los familiares que la niña no había resistido y que murió y luego de realizar los trámites el cuerpo fue entregado a los familiares.
Estos se dirigieron cerca de las 14:00 al km 14 de Minga Guazú, donde viven, para velar a la pequeña.
Luego de hacer el rito que tras una oración se rocía con agua bendita el cuerpo del bebé, faltando 30 minutos para el entierro, uno de los tíos se acercó para despedirse y se percató que la bebé se movía.
Luego de cerciorarse que su corazón seguía latiendo y estaba viva, la llevaron de regreso al hospital y la ingresaron a una incubadora.
Posteriormente, la nena fue trasladada a un servicio de cuidados intensivos en un sanatorio privado de la zona.
📌Médicos dieron por muerta a una recién nacida, pero posteriormente los familiares se percataron que respiraba. Ocurrió en el Hospital Regional de Ciudad del Este.
— Telefuturo (@Telefuturo) April 13, 2024
🔹La niña estuvo en el ataúd por una hora y media aproximadamente, según el padre. Creen que se trata de un… pic.twitter.com/IATHizPGbo
La familia encara el hecho como un milagro, puesto que el joven matrimonio ya había perdido anteriormente a otro bebé.
“A las 13:40 nos entregaron el bebé, muerto, todo morado. Llevamos a la casa de mi mamá, le estábamos velando, después se le hizo lo del agua bendita y eso. Llegó mi tío, faltaba media hora para que nosotros le enterráramos, se iba a despedir y vio que el bebé movía su cabeza. Se fue corriendo a avisar”, relató el padre sobre el momento vivido.
“Nos fuimos a mirar y su corazoncito estaba latiendo, y de inmediato le trajimos en urgencia”, agregó el padre.
Además, detalló que eso fue cerca de las 16:00 y que, además, por cerca de una hora y media, la criatura estuvo en el pequeño ataúd totalmente encerrada.
“No hay explicación, tampoco para culparnos, porque cualquier sabio se equivoca y capaz, eso le pasó al médico. Para nosotros es un testimonio lo que ocurrió. Milagros de Jesús se llamará, es una nena”, acotó la abuela de la criatura.
El padre mencionó que tras la internación llegó a ver al bebé tras un vidrio y que aparentaba estar estable.
Por otro lado, la médica se excusó en atender a la prensa al mencionar que estaba realizando trámites del traslado de la criatura y que posteriormente hará entrega al director del hospital de un informe detallado de lo ocurrido.