La tan esperada cinta de Warner Bros. Pictures llega hoy a todos los cines para conquistar a las nuevas generaciones y recordarnos a la vieja escuela por qué la amamos.
La nueva era. Beetlejuice Beetlejuice regresa 35 años después a la pantalla grande con los recordados Winona Ryder (Lydia Deetz) Catherine O’Hara (Delia Deetz), Michael Keaton (Beetlejuice) y la aparición de nuevos personajes, como Justin Theroux (Rory), Monica Bellucci (Delores), Arthur Conti (Jeremy) y Jenna Ortega (Astrid) en un debut cinematográfico perfecto y los clásicos le quedan como anillo al dedo.
El regreso del filme nos hace volar la cabeza. ¿Hasta dónde podemos reprimir los traumas del pasado? Eso se ve reflejado en Lydia, quien reprimió muchos puntos de su pasado, pero al final de cuentas le tocará enfrentarse a ello para pasar página y seguir.
Durante esto, una tragedia familiar enluta a la familia Deetz, por lo que sus tres generaciones (Delia, Lydia y Astrid) se ven obligadas a regresar a Winter River, el pueblo donde hace 35 años comenzó esta historia para despedir al querido Charles Deetz, quien falleció de una manera muy singular –claro que estará en el más allá, pero véanlo ustedes mismos–. Lo que parecía una vida casi anormal, da un giro de 180° cuando Astrid descubre la maqueta de la ciudad en el ático y la historia se repite, o algo así.
Beetlejuice no perderá la oportunidad de regresar y desposar a Lydia “su gran amor”, pero en el trayecto aparecerá Delores, quien dice ser dueña del alma de Beetlejuice. El caos entre el más allá y la tierra siempre es cosa suya y esta vez será peor.
Aquí hago un paréntesis y recuerdo lo que había declarado Burton en el pasado Festival de Cine de Venecia, donde aseguró que esta película no la realizó para generar dinero, sino por cuestiones personales, buscando encontrarse a sí mismo, hacer lo que le gusta y trabajar con gente a quienes quiere, lo que le revitalizó, y la película lo refleja perfectamente.
A pesar de tener un hilo conductor que se fusiona a la primera entrega, la secuela cuenta una historia nueva, con una puerta abierta, tal vez, a una tercera entrega.
Cabe mencionar que uno de los personajes que se robarán risas es Bob, una cabeza reducida que será mano derecha de nuestro fantasma odiado favorito.
Todo resulta muy original de inicio a fin. Los efectos especiales son buenos, nada exagerados y fiel al estilo de Tim Burton. El cameo de Dani de Vito, la participación de Willem Dafoe y su singular personaje de Wolf Jackson, las locaciones y el centro de la película sin lugar a dudas te dejarán con ganas de ver más.
La familia es lo primero, soltar el pasado y seguir y recordar con cariño a quienes se fueron sin olvidar el presente son algunos de los mensajes de Beetlejuice Beetlejuice.