Benigno López, hermano del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, fue designado como reemplazante de Lea Giménez, con quien le tocó trabajar durante el Gobierno de Horacio Cartes.
Durante el emotivo acto de traspaso realizado en Asunción, Benigno López entregó una placa de reconocimiento a su antecesora, que fue la primera mujer en ocupar el cargo.
Le agradeció por su labor como ministra de Hacienda, y ella no pudo evitar lagrimear durante su despedida.
“Quiero agradecerles a todos los que están aquí, quiero reconocer el trabajo del Ministerio de Hacienda en general y en particular. Al ver acá a verdaderos referentes de la economía que ocuparon este cargo genera una responsabilidad aun mayor. Siempre dije que además de haber hecho una excelente labor, aprendí a conocerlos y sé que hay gente de primerísimo nivel aquí”, señaló el ministro entre aplausos y el quiebre intermitente de su voz debido al emotivo acto.
El nuevo ministro de Hacienda habló sobre la necesidad de hacer un gran trabajo para seguir con la línea dejada por los anteriores titulares de esta cartera. Anticipó que no realizará “grandes cambios” dentro de la estructura de la cartera.
“Vamos a generar recursos necesarios para hacer reformas en la salud y educación. Luchar contra el contrabando, ampliar la base contributiva, llegar a cobrar impuestos a quienes no pagan lo que deben pagar”, prometió.
Benigno López es hermano del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y hasta hace poco se desempeñaba como titular del Instituto de Previsión Social (IPS).
Durante su gestión se estableció que los trabajadores deban realizarse análisis de sangre para detectar las enfermedades que puedan padecer antes de inscribirse como asegurados.
Esta decisión fue cuestionada por sectores obreros que argumentaron que las empresas podrían empezar a discriminar a los postulantes de acuerdo a los resultados de sus estudios.
Otro cuestionamiento es el otorgamiento de un préstamo USD 66,3 millones a la compañía Tigo, con aval del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Esto se suma a los problemas diarios de la previsional, que no llega a cubrir la alta demanda de atenciones.