Esta especie de duelo en Texas se produce cuando un número récord de cruces de migrantes por pasos no autorizados hacia Estados Unidos crea una gran amenaza para las posibilidades de Biden de impedir el regreso de Trump al poder.
Biden se reunirá con agentes de la patrulla fronteriza y agentes del orden en Brownsville, Texas. Mientras el republicano Trump se dirige a Eagle Pass, unos 480 kilómetros al oeste, donde su aliado, el gobernador texano Greg Abbott, tiene parte del área fronteriza controlada con militares, desafiando la jurisdicción del gobierno federal en esa zona.
Las visitas ocurren cuando este jueves un juez de distrito bloqueó temporalmente una ley de Texas promovida por Abbott, que permitía desde marzo la detención, prisión o expulsión de migrantes que hayan cruzado la frontera por pasos no autorizados y que permanezcan en el estado.
Lea más: Donald Trump tendrá que pagar multa de USD 350 millones por fraude en su empresa familiar
Abbott apelará esta decisión, que forma parte de una disputa judicial entre el gobierno federal y estatal por el control de la frontera.
En su segundo viaje a la frontera desde que asumió el mando, Biden, acusado por sus opositores de permitir una “invasión” al país, aludirá en Brownsville a cómo los republicanos han “interferido” en la búsqueda de una solución, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Pero las encuestas muestran que el tema es una debilidad para la candidatura de Biden a un segundo mandato, y los republicanos culpan del flujo de inmigrantes a sus políticas que favorecen el derecho de asilo, modalidad a la que se acoge la mayoría de los migrantes.
Más de 2,4 millones de migrantes cruzaron la frontera sur de Estados Unidos solo en 2023, en gran parte desde Centroamérica y Venezuela mientras huyen de la pobreza, la violencia y los desastres exacerbados por el cambio climático.
Sepa más: Trump se burla de la candidatura de Biden: “Quiere destruir el país”
Para Trump, de 77 años, su postura antiinmigración de línea dura ha sido fundamental para su identidad política durante años, y ha prometido el mayor programa de deportación jamás realizado en Estados Unidos si regresa a la Casa Blanca.
La campaña de Trump describió la frontera como una “escena del crimen”.
“Expondrá su plan para poner a Estados Unidos en primer lugar y asegurar la frontera inmediatamente después de asumir el cargo”, dijo la secretaria de prensa de la campaña, Karoline Leavitt, en un comunicado.
Para Trump, los inmigrantes están “matando a nuestra gente, están matando a nuestro país”, en una retórica cada vez más de extrema derecha que lo llevó a decir el año pasado que los inmigrantes estaban “envenenando la sangre” de Estados Unidos.
Conozca más: Trump dice que el problema de Biden es la incompetencia, no la edad
Con 81 años, Biden viaja a Brownsville para mostrar cómo están funcionando sus medidas fronterizas, en un área donde los llamados “encuentros” de inmigrantes se redujeron en casi una cuarta parte en enero.
Estas visitas, a menos de ocho meses que los estadounidenses vayan a las urnas, resaltan lo mucho que está en juego en la cuestión fronteriza mientras Biden y Trump van camino a una revancha.
Biden insistió a principios de esta semana en que no había planeado deliberadamente el choque de horarios con su rival Trump, cuya retórica ha comparado con la de los nazis. “Lo había planeado para el jueves, lo que no sabía es que aparentemente mi buen amigo irá”, dijo a periodistas.
Entérese más: Biden el “anti-Trump”: ¿Será suficiente para otro mandato en la Casa Blanca?
Biden también se negó a decir si se reuniría con migrantes después de las críticas de que no lo hizo en una visita anterior.
Los republicanos culpan del flujo de inmigrantes a las políticas de Biden. Para la Casa Blanca, el partido de Trump está saboteando deliberadamente un intento bipartidista de encontrar una solución.
La cuestión fronteriza también se ha visto enredada en una amarga disputa sobre la ayuda estadounidense para la lucha de Ucrania contra la invasión rusa. Para los republicanos, primero se debe abordar la migración antes de desbloquear la financiación a Kiev.
La preocupación pública por la inmigración irregular es mayor bajo el gobierno de Biden que bajo las dos últimas administraciones, y una mayoría ahora apoya un muro fronterizo del tipo que Trump comenzó a construir, según una nueva encuesta de Monmouth.
Un sondeo de la cadena estadounidense NBC en febrero mostró que Trump aventaja a Biden por 30 puntos respecto de cómo aborda el tema de la inmigración.
Fuente: AFP.