Un caza bielorruso interceptó el domingo un avión de línea de la compañía Ryanair a bordo del cual viajaba un activista de la oposición que, según esta última, fue detenido tras su aterrizaje imprevisto en Minsk, suscitando la ira en Europa.
El medio opositor Nexta afirmó que los servicios de seguridad detuvieron a su ex redactor jefe Roman Protasevich tras el aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de la capital del avión, un Boeing 737, procedente de Atenas rumbo a Vilna.
A principios de la noche, el aparato pudo finalmente continuar su ruta desde Minsk rumbo a la capital de Lituania, país de la UE, donde aterrizó poco después, constató la AFP, aunque se desconoce si Protasevich estuvo a bordo.
Los mandatarios de la Unión Europea (UE), que urgió a Minsk a permitir que “todos los pasajeros” pudieran continuar su viaje, abordarán el incidente y “posibles sanciones” durante una cumbre de hoy, indicó un portavoz del Consejo Europeo.
Varios países del bloque como Alemania y Lituania denunciaron los hechos, que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, calificó de “terrorismo de Estado” y para los que pidió “sanciones inmediatas”.
Francia convocó al embajador bielorruso en París. Y el Reino Unido, que ya no forma parte de la UE, también advirtió al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que se expone a “graves consecuencias”.
La OTAN, por su parte, pidió una “investigación internacional” por este “incidente grave y peligroso”, indicó su secretario general, Jens Stoltenberg.
El Ministerio bielorruso de Interior confirmó en un primer momento en Telegram la detención de Protasevich, antes de suprimir este mensaje, constató una periodista de la AFP. El actual redactor jefe de Nexta, Tadeusz Giczan, aseguró que agentes del KGB bielorruso estaban a bordo del aparato. AFP