Su principal diagnóstico era depresión. Tardaron seis años para que le digan que padece el trastorno bipolar allá por el 2000. Perder su trabajo por su aceleramiento constante fue un obstáculo que se presentó muchas veces. Mediante un tratamiento adecuado logró vencer las barreras. Terminó la carrera con honores. Hoy es periodista y está casado.
Su testimonio de vida está en un blog personal como una manera de dar a conocer más sobre la enfermedad. “Me trataron mucho tiempo como depresión no como bipolaridad”, relató e instó a que se logren más diagnosticos precoces.
Diagnóstico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre el 3% y hasta 5% de cada población padece la enfermedad. En el país se presume que serían entre 180.000 y 300.000, de los cuales muchos no saben que la sufren porque la afección es confundida con el estado de la depresión.
La doctora Mirta Mendoza, directora del Programa de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública (MSP), indicó que puede haber muchos casos desatendidos porque se manifiestan más por la fase depresiva que maniaca.
El trastorno bipolar es una enfermedad siquiátrica crónica. Esta afección ocupa el sexto lugar de los casos más atendidos en los centros especializados de salud pública.
La enfermedad tiene una fase maniaca y depresiva. “Es un trastorno del estado de ánimo. La parte depresiva es una sintomatología y la maniaca, es todo lo contrario; es el estado de ánimo exaltado”, explicó la doctora Mendoza.
Las fases son cíclicas. “Hace crisis en la misma época del año o ante situaciones estresantes que se le presenta”.
“Cuando la persona está en fase maniaca o crisis maniaca puede tener conductas arriesgadas, como manejar a alta velocidad, tener relaciones sexuales con múltiples parejas. Pueden consumir drogas o tener como una adicción a los juegos de azar”, citó la doctora Mendoza con relación a las principales conductas de riesgo que presentan los enfermos.
A partir de los 22 años se inician los síntomas del trastorno, tanto en los hombres y mujeres. A veces, es más precoz y se presenta a los 15 años. El tratamiento es de por vida.
La medicación se otorga para prolongar el periodo de intercrisis y para regular el humor. El paciente debe estar acompañado de un sicólogo o siquiatra.
El próximo 30 de marzo se conmemora el Día Mundial del Trastorno Afectivo Bipolar, una fecha instalada con el fin de dar más información de la afección y lograr un diagnóstico precoz.