Según informó el sitio web argentino Bichos del Campo, las autoridades aduaneras de China suspendieron las importaciones de carne bovina procedente de siete plantas frigoríficas y depósitos de frío, seis de las cuales se encuentran en naciones del Mercosur, que es el primer exportador de la proteína roja a China.
“El mayor daño corresponde a Brasil, país que es –en teoría– un socio estratégico para China, aunque quizás no lo sea tanto al momento de tener que demostrar su poder comercial y geopolítico”, expresa la publicación.
Al respecto, el productor ganadero Pedro Galli, ex presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), indicó que la decisión de China continental de inhabilitar a seis frigoríficos que operan en países del Mercosur puede afectar en forma muy negativa a Paraguay, debido a que habrá una sobreoferta del producto, sobre todo de los provenientes de Argentina y Brasil, que son los mayores productores de carne en la región.
Indicó que ante la pérdida de un mercado tan grande como China, los países vecinos, así como Uruguay, buscarán nuevos mercados para ubicar sus productos y llegar a los mercados a los cuales Paraguay exporta su producción.
Alta competencia. La principal preocupación de Galli no radica solo en el hecho de que los dos gigantes de la región, más Uruguay, arrebaten mercados a Paraguay, sino que copen el principal mercado comprador de la carne paraguaya, que es Chile. “Esta medida nos afecta indirectamente, porque los países que están vendiendo a China, tienen que redireccionar su producción a otros mercados, porque seguirán produciendo. Y ese redireccionamiento afecta a los mercados en los cuales nosotros estamos bien posicionados, como es el caso de Chile. El 40% de nuestras ventas se hacen a este país y con unos precios relativamente buenos”, expresó Galli.
Agregó que Paraguay vende al país trasandino cortes enfriados, una opción que también pueden tener los brasileños, gracias a la cercanía territorial.
“Al haber una sobreoferta en el mercado chileno, obviamente, como toda economía de mercado de oferta y demanda, los chilenos podrían bajar el precio que nos pagan a nosotros por la carne. Si nos obligan a venderla a un precio menor, obviamente, el productor también estará obligado a vender a precios más bajos. Esto afectaría, sobre todo, a los pequeños productores”, concluyó el ganadero.