Jorge Bogarín, declarado significativamente corrupto por el Gobierno de Estados Unidos, fue extendiendo sus tentáculos desde el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados al puro estilo de Óscar González Daher, quien falleció en el 2021.
Aprietes a jueces y fiscales, intensos operativos en la composición de las ternas, feudos judiciales, manejo de poder en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción y hasta intento de cooptación a los ministros de la Corte Suprema de Justicia, son algunas de las historias que salen a flote tras la declaración de Estados Unidos y que formaban parte del esquema perverso en el ámbito judicial.
Trascendió que en una oportunidad Bogarín preparó un asado donde pretendía tener a sus pies y como invitados nada menos que a los ministros de la Corte, sin que estos sepan que en realidad estaban siendo invitados todos al mismo convite.
Una vez que se filtró la información, los altos magistrados decidieron rechazar la invitación y dejaron plantado a Bogarín.
El hombre sancionado por EEUU estaba construyendo un “superpoder” para manipular las decisiones judiciales.
El modelo. El claro mensaje que deja la intervención de EEUU y la declaración de significativamente corrupto es interpretado en el ámbito judicial, que apunta directamente a atacar el modelo de organización y liderazgo que busca torcer la Justicia.
El funcionario judicial Vicente Ferreira no es una ficha cualquiera. Es el esquema utilizado a nivel territorial para influir en la toma de decisión en varios departamentos claves del país.
Un caso puntual que revela el esquema fue denunciado por los familiares del ex fiscal de San Pedro Jorge Eduardo López Lohman, quien fue destituido por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (donde Bogarín detentaba todo su poder), debido a la investigación que desplegó contra Vicente Ferreira (declarado significativamente corrupto). Había sido imputado por mal desempeño en sus funciones.
“Es nuestro momento” reza el lema que construyó Bogarín en su plataforma política con el apoyo de un sector del gremio de abogados y estudiantes de la Facultad de Derecho para llegar al Consejo de la Magistratura.
Bogarín se posicionó en el escenario político tras competir en las elecciones para representar a los abogados ante el Consejo. Llegó al poder gracias al respaldo político del ex presidente Horacio Cartes, declarado significativamente corrupto y sancionado financieramente por el Departamento de Estado.
Tras la sanción de la Casa Blanca, Bogarín, confiado en el apoyo político que ostenta, solamente decidió pedir permiso y no piensa presentar renuncia al cargo.