“Francia es nuestro competidor en términos de commodities. Nuestro gran problema para el avance del acuerdo Mercosur-UE está justamente en Francia. Estamos haciendo lo posible, pero Francia, en defensa propia, nos dificulta ese asunto”, afirmó Bolsonaro en Facebook.
El acuerdo entre el Mercosur y la UE, adoptado el año pasado luego de 20 años de negociaciones para crear la mayor zona de libre comercio en todo el mundo, aún no ha sido ratificado por varios países europeos, entre ellos Francia, preocupados por los efectos ambientales.
El tono de las críticas subió desde la llegada de Bolsonaro al poder en 2019 y la multiplicación de incendios y la deforestación en áreas protegidas, sobre todo en la Amazonía.
MADERA DEL AMAZONAS. Bolsonaro amenazó esta semana con revelar una lista de países que son críticos de su política ambiental y que supuestamente compran madera extraída ilegalmente en Brasil. Pero el jueves por la noche afirmó que no culparía a “países” sino a “empresas” y dijo que en la lista figuran empresas francesas, sin mencionar ninguna ni revelar qué información está en manos de la Policía Federal brasileña.
“No vamos a acusar a ningún país de cometer delitos o de ser connivente con delitos, pero hay empresas (extranjeras) que podrían estar ayudándonos a combatir ese ilícito, nos interesa toda ayuda en ese sentido”, afirmó.
Expertos y ONG ambientalistas aseguran que el gobierno de Bolsonaro ha debilitado los organismos de control ambiental y que su discurso a favor de actividades extractivas en áreas protegidas promueve la deforestación y los incendios forestales.
Hace dos semanas, el vicepresidente Hamilton Mourão hizo un viaje por la Amazonía junto a embajadores de ocho países, incluidos delegados de Alemania y Francia, en un intento de mejorar la imagen del gobierno.
De acuerdo con la prensa brasileña, el presidente acusa a países extranjeros de ser cómplices de la compra ilegal de madera extraída ilegalmente de la Amazonía y cuyo destino eran empresas de Alemania, Bélgica, Francia, Holanda y Reino Unido, entre otros países.
Por su parte, la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica de España, Cristina Gallach, expresó ayer su deseo de avanzar en la ratificación del tratado con Mercosur, a pesar de “las aristas, sensibilidades y lecturas críticas” que suscita el acuerdo entre los países concernidos.