El candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro permanece el viernes en un hospital de Minas Gerais, al día siguiente de haber recibido una puñalada que pudo costarle la vida pero que podría acercarlo a la presidencia de Brasil.
Bolsonaro estaba segundo en los sondeos pero con la mitad de la intención de votos de Lula, inhabilitdo por la justicia.
Ahora quedó primero, con 22% de intenciones de voto, 10 puntos más que sus más inmediatos seguidores, el centro-izquierdista Ciro Gomes y la ecologista Marina Silva, que lo derrotarían sin embargo en una segunda vuelta, según una encuesta Ibope divulgada el miércoles.
El atentado, sin embargo, puede redistribuir las cartas.
Bolsonaro tendrá por ejemplo una presencia mediática que compensará ampliamente, al menos por unos días, los escasos 8 segundos de propaganda televisiva gratuita que le confiere el actual sistema de atribución, basado en el número de escaños de cada partido en la Cámara de Diputados.
“Este incidente aumenta las posibilidades electorales de Bolsonaro. Estaba perdiendo votos, de repente se convierte en una víctima casi tan grande como Lula”, dijo a la agencia financiera Bloomberg el analista Richard Back, jefe de estrategia política de la consultora XP Investments.
“Un mensaje para esos bandidos: acaban de elegir al nuevo presidente y será en la primera vuelta”, declaró uno de sus hijos, Flávio Bolsonaro, tras visitar poco después de medianoche a su padre.
El ex capitán del Ejército y diputado, de 63 años, fue atacado cuando sus seguidores lo llevaban en andas durante una caminata de campaña.
“¡Estoy bien y me estoy recuperando!”, tuiteó el ex capitán del Ejército desde la Unidad de Terapia Intensiva del hospital Albert Einstein de São Paulo. “Agradezco del fondo de mi corazón a Dios, mi esposa e hijos, que están a mi lado, a los médicos que cuidan de mí (...) y a todos, por el apoyo y las oraciones”, agregó el diputado, favorito para la primera vuelta del 7 de octubre.
El candidato del Partido Social Liberal (PSL) “está consciente y en buenas condiciones clínicas”, informó el Albert Einstein por la tarde. afp
El atentado puede ayudar a reducir su rechazo
El atentado sacudió la campaña más polarizada e incierta de las últimas décadas. El ex militar, en un impresionante video filmado y difundido el jueves por un senador aliado después de la operación, lamentó no asistir al desfile militar de este viernes en Río de Janeiro por el Día de la Independencia. “Pero estaremos (allí) con el corazón y la mente, teniendo siempre a Brasil por encima de todos y a Dios por encima de todo”, afirmó desde la camilla y aún con sondas respiratorias. El atentado, según analistas, podría ayudar a Bolsonaro a reducir el rechazo que este nostálgico de la dictadura militar (1964-85), con exabruptos racistas, misóginos y homofóbicos genera.