19 jun. 2025

Bolsonaro recibe silbidos y aplausos al arribar a Aparecida

El presidente Jair Bolsonaro, que aspira a la reelección, fue recibido entre silbidos y aplausos en su visita al Santuario de Nuestra Señora Aparecida este miércoles, cuando se conmemora el día de la patrona de Brasil.

La presencia del líder ultraderechista, que asistió a la misa de las 14:00 hora local (18.00 GMT), en el mayor santuario de Brasil, ha sido considerada por sus opositores como oportunista, en medio de la campaña para el balotaje de las elecciones presidenciales del 30 de octubre.

A su llegada a la basílica de la ciudad de Aparecida, Bolsonaro causó revuelo y, en medio de gritos de “mito, mito” –como lo llaman sus seguidores–, también se escucharon abucheos al mandatario, que entró al recinto religioso acompañado por Eduardo Bolsonaro, uno de sus hijos; algunos miembros de su gabinete y políticos aliados.

El líder ultraderechista llegó al santuario después de asistir a la inauguración de una iglesia evangélica en el estado de Minas Gerais.

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El actual presidente brasileño, que ha construido su bandera política bajo el lema: “Brasil encima de todo, Dios encima de todos”, siempre ha recurrido a la religión y a ideales conservadores para conseguir votos en su carrera política.

Aunque cuenta con un fuerte apoyo entre los evangélicos, que constituyen cerca de un 30% del electorado, está casado con una evangélica y hasta fue bautizado en el río Jordán, el líder ultraderechista se dice católico.

A poco más de dos semanas de la segunda vuelta, Bolsonaro quiere sumar votos entre los católicos con el mismo discurso con el que ha conseguido el respaldo de los evangélicos pregonando los valores cristianos y conservadores.

Pese a la fuerza que tiene el ultraderechista en Brasil, el ex mandatario progresista Luiz Inácio Lula da Silva se impuso en la primera vuelta con el 48,4% de los votos, frente al 43,2% del presidente y los últimos sondeos lo sitúan como ganador en el balotaje del 30 de octubre.

El uso de la religión como arma en plena campaña electoral fue condenada vehementemente la víspera por el Episcopado brasileño que lamentó la “intensificación de la explotación de la fe y la religión como camino para captar votos en la segunda vuelta”.

El mensaje de los obispos, no obstante, fue ignorado por los candidatos. EFE