“Hay que entender el riesgo de que Brasil caiga otra vez en manos de la izquierda y ustedes tienen un papel primordial para conversar con los más humildes y mostrarles la importancia de la familia”, declaró Bolsonaro ante un centenar de nuevos legisladores que integrarán el Parlamento a partir de febrero de 2023.
El pasado domingo, Bolsonaro obtuvo un 43,2% de los votos en una primera vuelta de las presidenciales, en la que Lula se impuso con un 48,4%, lo que llevó la disputa a una nueva y definitiva elección que se celebrará el 30 de octubre.
También fueron realizadas elecciones legislativas en las que la base conservadora construida por el líder de la ultraderecha obtuvo la mayoría de los escaños, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.
El actual presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, que conservará su escaño, aseguró que “el Congreso de centroderecha y conservador” que arrojaron las urnas el pasado domingo “fue elegido para la continuidad del Gobierno de Bolsonaro en 2023”.
En esa misma línea se pronunció el jefe del grupo oficialista en la Cámara Baja, Ricardo Barros, reelegido como diputado y quien aseguró que, tras las legislativas, esa base se constituirá como “un verdadero ejército para la defensa de la familia”.
Según Lira, concluidas sus propias campañas, los parlamentarios electos se deben sumar ahora a Bolsonaro para mostrarle al país “los modelos antagónicos” que se presentan en estas elecciones y, sobre todo “lo que ha sido hecho a favor de los más pobres en los últimos años”.
Citó entonces unos vastos subsidios sociales, aprobados por la pandemia de covid-19, que fueron ahora incorporados a los planes del Gobierno y cuya “continuidad” Bolsonaro y el Parlamento “han garantizado”, en caso que sea reelegido, sostuvo.
“El debate que la sociedad y el Congreso quieren es sobre dos modelos, sobre la generación de empleo y las reformas que el país precisa” y que Bolsonaro defiende para seguir hacia una economía “más liberal” y “con plenas libertades”, afirmó Lira.
SIEMBRA DUDAS. Bolsonaro sembró este miércoles dudas sobre el escrutinio de las elecciones del domingo en Brasil, en las que quedó segundo detrás del líder progresista Luiz Inácio Lula Da Silva, al recordar que los lideró gran parte del tiempo antes de que favorecieran a su rival.
El líder ultraderechista, en una transmisión en directo en sus redes sociales, manifestó su extrañeza sobre el cambio que se produjo en las tendencias del vencedor durante el escrutinio y dio a entender que parecía fruto de un algoritmo programado.
“Parece que si tuviéramos otros cinco minutos más de escrutinio, nuestro oponente habría garantizado la elección en la primera vuelta (al obtener más de la mitad de los votos)”, dijo el jefe de Estado.
Bolsonaro lideró la votación durante la mayor parte del tiempo y llegó a estar con cuatro puntos porcentuales de ventaja, y Lula tan solo apareció en el primer lugar con el 70 % de los votos escrutado y terminó venciendo con una ventaja de cinco puntos.
El presidente, sin embargo, no llegó a poner en duda la transparencia del sistema electoral brasileño como venía haciendo en la campaña electoral.
Nueva encuesta
El ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva se confirmó como el favorito en las elecciones de Brasil al obtener el 51% de intención de voto en la primera encuesta realizada tras la primera vuelta de las elecciones del domingo. El presidente Jair Bolsonaro, quien lo enfrentará en la segunda vuelta de las presidenciales el 30 de octubre próximo, aparece con el 43% de la intención de voto, según el sondeo del Instituto Ipec.