Ambos miembros de la reserva del Ejército, el capitán Bolsonaro y el general Mourao, con la cadena de mando invertida en la política, han ventilado públicamente sus diferencias en los últimos meses e incluso han admitido que ya casi no conversan.
Esta semana, las tensiones entre ambos tuvieron otra vuelta de tuerca cuando Mourao sugirió que el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, sería destituido y la prensa reveló que un asesor directo del vicepresidente parecía conspirar a favor de un posible proceso de destitución de Bolsonaro.
El miércoles, en una entrevista con Radio Bandeirantes, Mourao consideró que después de la renovación de las directivas de las cámaras de Diputados y del Senado, prevista para el lunes, habrá una serie de cambios de ministros en función de la nueva relación de fuerzas en el Parlamento. “Algunos ministros serán cambiados”, dijo el vicepresidente, y citó entre ellos a Araújo, al frente de la Cancillería desde enero de 2019, cuando Bolsonaro asumió el poder, y totalmente alineado con el ideario de ultraderecha que pregona el mandatario.
La reacción de Bolsonaro fue inmediata. Primero llevó a Araújo a la inauguración de un puente en un recóndito rincón del noreste del país y dedicó parte de su discurso a elogiar al canciller.

Luego pasó del gesto a la respuesta directa y en declaraciones a unos seguidores avisó que no acepta “pálpitos” sobre su gabinete.
“Lamento que gente del propio Gobierno pase a dar pálpitos sobre cambios de ministros”, dijo el mandatario.
En un claro mensaje a Mouro, agregó: “Lo que menos precisamos es ‘palpiteros’. Y que quede bien claro que quien elige a los ministros soy yo. Si alguien quiere escoger a sus ministros, que se postule en (las presidenciales) de 2022 y buena suerte”.
Con ese clima enrarecido, el portal O Antagonista reveló que un asesor de Mourao había conversado con parlamentarios sobre los casi 70 pedidos de un juicio político contra Bolsonaro que esperan respuesta del Congreso, en su mayoría por su errática gestión de la pandemia de la covid-19, que ya deja casi 220.000 muertos en el país.
Ante esa revelación, Mourao se desmarcó inmediatamente y anunció la destitución del asesor ayer.