Tras los últimos acontecimientos políticos, como la expulsión de la senadora opositora Kattya González de la Cámara de Senadores, así como la imputación del ex presidente Mario Abdo Benítez y de ex miembros de su gabinete, y la vinculación del fiscal del caso, Aldo Cantero, con el abogado de Horacio Cartes, Pedro Ovelar, se teme que esto repercuta en la economía del país, añadió.
Al respecto, Borda mencionó a Última Hora que la situación es delicada y preocupante ante esta serie de acontecimientos en cascada en el ámbito de la política y en el campo jurídico. “De hecho, que tanto la aplicación a rajatabla de la mayoría parlamentaria en las dos cámaras no constituye un evento nuevo, como tampoco la fragilidad y banalidad del sistema judicial y del Ministerio Público. Ahora, la agresividad del oficialismo ha protagonizado acciones que transgreden el Estado de derecho que tendrán consecuencias negativas sobre la economía y la calidad de la democracia”, afirma el ex ministro.
Afirmó que esta incertidumbre, el miedo, el autoritarismo no solo desalientan las inversiones privadas deseables, sino que ahondan la debilidad institucional del país, “conocido como talón de Aquiles para lograr el grado de inversión”.
“Los inversionistas extranjeros difícilmente sean persuadidos por la retórica triunfalista de “vender la marca país”, cuando en la realidad se expulsa a una senadora de la Nación, transgrediendo disposiciones legales, se amenaza a otras, se procesa al ex presidente de la República y sus colaboradores más inmediatos, se difunde por la prensa aparente colusión entre la Fiscalía y un abogado que defiende los intereses del presidente de la ANR. Y su soberbia llega al punto de amenazar abiertamente a periodistas”, lamentó el economista.
Agregó que, en definitiva, esta situación puede desencadenar un efecto dominó sobre la economía. “Si afecta el clima de inversiones, disminuirían empleos, también podría retraerse el consumo, todo esto se convierte en un caldo de cultivo para aumentar la ya preocupante inseguridad ciudadana”, indicó.
También recalcó que la repercusión internacional de los últimos acontecimientos políticos y jurídicos y el hartazgo ciudadano creciente, deberían llamar la atención a los actores políticos, principalmente al oficialismo y a sus cuestionados aliados políticos.
“El presidente de la República no puede eludir su responsabilidad de tomar el toro por las astas y pedir a su partido, analizar y corregir rumbos para cumplir sus promesas electorales”, expresó.
Puntualizó que esta situación tiene doble efecto: económico e institucional. Este último alude a la fragilidad de los tres poderes del Estado.
Al mismo tiempo, el Gobierno debe avanzar en sus anunciadas reformas: servicio civil, cajas fiscales, superintendencia de jubilaciones y reforma administrativa del Estado, agregó.