En una carta remitida a la primera ministra británica, Theresa May, Johnson explica los motivos que lo llevaron a renunciar. Afirma que el brexit debería ser una oportunidad para hacer las cosas de forma diferente y maximizar las ventajas particulares del Reino Unido, como: una economía abierta, global y con miras hacia el exterior.
“Ese sueño se está muriendo, ahogado por unas dudas innecesarias”, afirma Johnson en la carta, en la que critica que el plan para el brexit, aprobado de forma colectiva el pasado día 6 por el Gobierno británico. Eso significa que el Reino Unido seguirá sin ser un país independiente, después de abandonar la Unión Europea (UE).
“Nos dirigimos hacia un estatus de colonia y mucha gente tendrá dificultades para entender las ventajas económicas y políticas de ese acuerdo en particular”, sentenció Johnson sobre el plan de May, que todavía no ha sido presentado de forma oficial ante Bruselas.
El –hasta ahora– responsable del Foreing Office (Ministerio de Relaciones Exteriores), renunció al cargo poco después de que anoche lo hiciera el ministro para el Brexit, David Davis, otro de los miembros más euroescépticos del gabinete de Theresa May.
Johnson fue una de las caras más visibles de la campaña por el brexit, previo al referéndum de junio de 2016, en el que el 51,9% de los votantes optó por abandonar la UE.
El pasado viernes, Johnson no puso objeciones formales para que el Ejecutivo presentara como un acuerdo conjunto el plan de May, de formar un área de libre comercio entre el Reino Unido y la UE. Pero durante el fin de semana ha decidido cambiar su posición.
“El Gobierno tiene ahora una nueva canción que interpretar. El problema es que he estado ensayando la letra durante el fin de semana y las palabras se me atascan en la garganta”, afirma Johnson.
El ex ministro conservador resaltó que los británicos que votaron a favor del brexit, recibieron la promesa categórica y sin ambigüedades de que podrían retomar el control de su democracia.
“Se les dijo que podrían gestionar su propia política de inmigración, repatriar las sumas de dinero que actualmente gasta el Reino Unido en la Unión Europea y, por encima de todo, que podrían aprobar leyes de manera independiente, en el interés de la gente de este país”, agregó.
El proyecto que la primera ministra británica prevé trasladar a Bruselas para ser negociado, determina que el Reino Unido y la UE mantendrán un libro de normas común, en cuanto al intercambio de bienes y también en materia de agricultura. Una vez que el país esté fuera del bloque comunitario, previsiblemente el 29 de marzo de 2019.
El plan asegura que el brexit pondrá fin a la libre circulación de ciudadanos comunitarios en el Reino Unido. Aunque establece que los europeos podrán seguir viajando al país, así como habitualmente es, con permisos para estudiar y trabajar.