Al menos 46 ejemplares han sido abatidos desde abril para quitarles los cuernos solamente en la reserva de Moremi (norte), indicó a la AFP el subdirector del ministerio encargado de la vida salvaje, Moemi Batshabang.
“La caza furtiva ha aumentado a un ritmo inquietante en este sector”, añadió Batshabang.
Si bien alberga la mayor población de elefantes del mundo, Botsuana cuenta actualmente en su territorio con un pequeño número de ejemplares de rinocerontes, blancos o negros. De acuerdo con estadísticas, habría apenas entre 400 y 500.
La mayoría se ha establecido en el célebre delta del río Okavango (norte), donde está ubicada la reserva de Moremi.
Las autoridades de este país del África austral temen que, con la tasa actual de caza furtiva en su territorio, para 2021 los rinocerontes podrían haber desaparecido por completo.
La caza furtiva es fruto de la gran demanda desde países asiáticos como China y Vietnam, donde en medicina tradicional se considera que estos cuernos, compuestos por queratina al igual que las uñas humanas, cuentan con propiedades anticancerígenas y curan la impotencia sexual.
En el mercado negro el kg de cuernos de rinoceronte puede cotizar hasta USD 60.300 (55.000 euros).