Por Andrés Colmán Gutiérrez – @andrescolman
Hay una foto que muestra uno de los momentos más íntimos y emotivos de la presencia del chef internacional Antonhy Bourdain en Paraguay.
Es una imagen en que se lo ve de espaldas, parado frente a una placa de bronce, que rinde homenaje a los primeros colonos europeos no españoles que llegaron al Paraguay en 1855, en lo que fue la colonia Nueva Burdeos, localizada a 50 kilómetros de Asunción, actualmente Villa Hayes, en el Bajo Chaco.
“Fue un momento en que Anthony estuvo allí, muy pensativo, preguntándose como habrá sido la vida de esos primero inmigrantes, en ese Paraguay de antes de la Guerra Grande, imaginándose quizás entre ellos a su cuarto abuelo, Jean Bourdain”, revela el fotógrafo Gustavo Pereira, más conocido por su nombre artístico Zenoura, quien fue uno de los pocos paraguayos que pudieron acompañar al célebre chef durante los días en que permaneció en tierra guaraní, grabando las imágenes para su programa “Parts Unknown” (detalles desconocidos), cuyo capítulo dedicado a nuestro país se emitió por la cadena estadounidense CNN, en la noche del domingo 12.
Fue justamente Zenoura quien, discretamente y desde la distancia, tomó la foto de Bourdain parado ante la placa en homenaje a Nueva Burdeos, que se encuentra en el Museo Salvador Garozzo, de Villa Hayes, y que recuerda a los 200 vascos franceses que partieron desde Burdeos, Francia, a bordo del barco Aquitaine, que el entonces general Francisco Solano López había adquirido en Europa, y que sirvió de transporte a los inmigrantes, a quienes el hijo del presidente Carlos Antonio López invitó a mudarse al Paraguay, entregándoles a cada familia entre 1.000 y 2.000 hectáreas de tierra.
Ahora que el capítulo de “Parts Unknown” de TV ha sido emitido, Zenoura puede finalmente romper el pacto de confidencialidad al que se había comprometido, al igual que todos los demás paraguayos y paraguayas que colaboraron con Bourdain, y relatar detalles de la odisea del afamado chef en tierras guaraníes.
Zenoura no oculta su felicidad por haber podido acompañar a Anthony Bourdain, a quien siempre admiró por su trabajo de divulgación de la gastronomía y de la cultura de distintos pueblos del mundo.
“Me pidieron que les ayude en la investigación acerca de las huellas de su cuarto abuelo, de quien presumía que pudiera haber vivido con los inmigrantes vascos franceses de Nueva Burdeos, pero finalmente eso se descartó, porque Jean Bourdain llegó al Paraguay mucho antes”, relata.
Zenoura también acompañó a Anthony en una excursión por el río Paraguay y pudo hacer una colección de inolvidables fotografías. Otros de los que colaboraron con el chef fueron Dirk-Peter Gartner, quien le hizo de guía y traductor; Natalia Goldberg (hija de madre paraguaya y padre estadounidense), quien trabajó como productora; Jose Carvallo, quien preparó un asado a la estaca para Anthony, y Eduardo Nakayama, historiador y presidente de la Asociación Cultural Mandu’ará, quien realizó la investigación previa sobre las huellas de Jean Bourdain.
“Es imposible encontrar la tumba”.
“Los productores de la CNN se pusieron en contacto conmigo, gracias a la recomendación de Grizzie Logan y Nati Goldberg, y me pidieron colaboración para investigar a un ancestro francés de Anthony Bourdain, que había vivido y fallecido en el Paraguay, durante el gobierno de Don Carlos Antonio López”, relata Eduardo Nakayama.
El historiador, conocido por importantes trabajos de investigación, entre ellos la reconstrucción en 3D de la Fortaleza de Humaitá, se puso en campaña y pudo confirmar que, efectivamente, varios miembros de la familia Bourdain se trasladaron desde Burdeos, Francia, hasta el Uruguay.
Fue desde allí donde Jean Bourdain, el cuarto abuelo de Anthony, “decidió probar suerte en Paraguay y desde 1852 comenzó a importar diversos tipos de mercaderías, desde telas hasta cohetes, para finalmente montar una sombrerería con otro ciudadano francés”.
“Sabemos que Jean Bourdain dejó hijos en Montevideo y que, luego de su muerte, ocurrida en 1858, en Asunción, éstos retornaron a Francia tras vivir un tiempo en el Brasil”, relata Nakayama, quien llegó a obtener una copia del certificado de defunción y registro del fallecimiento en el Consulado Francés en Asunción, asegurando que fue enterrado en el Cementerio de la Recoleta.
“Lamentablemente, es imposible encontrar la tumba, porque la mayoría de las de esa época se perdieron, con excepción de la tumba de Corina Adelaida Lynch y la de algunos técnicos ingleses”, destaca el historiador.
Nakayama explica que en esa época se usaban dos tipos de lápidas, algunas de granito o mármol, traídas de Europa, que son las que más resistieron al tiempo y otras construidas con material local, como la cal, que se destruyeron totalmente.
“De Jean Bourdain sabemos que sus familiares en Uruguay escribieron cartas, en donde declaraban la intención de llevar su cuerpo, cosa que finalmente no ocurrió, porque sobrevino la Guerra del 70 y ya fue muy difícil todo contacto con el Paraguay”, afirma.
Para el historiador, por lo tanto, será muy difícil que el chef Anthony Bourdain pueda cumplir su sueño de rendir homenaje a su cuarto abuelo fallecido en el Paraguay, ante su tumba.
“De todos modos, ha sido emocionante acompañar esta búsqueda y que ella haya servido para que una gran personalidad internacional nos visite y realice desde aquí un capítulo de su celebrado programa de televisión en CNN, que ayuda a divulgar la historia, la cultura, los paisajes y los muchos valores del Paraguay, algo que buscamos permanentemente desde la Asociación Cultural Mandu’ará", concluye Eduardo Nakayama.