“Al final de la reunión (de este jueves) fue aplaudida la declaración que divulgaremos mañana y que contempla varios asuntos, entre los cuales la propuesta brasileña para que se comience a pensar en la tributación internacional no solo de las empresas, sino también de los individuos ultrarricos”, dijo Haddad en una rueda de prensa.
El ministro aclaró que, pese a que ya fue “aclamada” por los ministros de las veinte mayores economías del mundo, la declaración solo será divulgada el viernes, cuando concluya la cita ministerial en Río de Janeiro, debido a que aún puede ser sometida a una revisión técnica o de redacción.
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Haddad admitió que, pese a la “satisfacción” por el apoyo recibido por Brasil, lo aprobado en Río es tan solo el primer paso en un largo proceso, que puede durar varios años, para que ese impuesto sea implementado en un acuerdo internacional.
El ministro recordó que los países del G20 y de la OCDE han tardado más de una década en las negociaciones para un acuerdo de cooperación tributaria que regule los impuestos pagados por las empresas en diferentes países, pese a que enfrenta menos resistencias que el impuesto a los ultrarricos.
El Gobierno brasileño, que preside el foro este año, propuso la inclusión del asunto en el documento sobre ‘Cooperación Internacional en Materia Tributaria’ que, tras la aprobación ministerial, será llevado a consideración de los jefes de Estado en la Cumbre que el G20 tendrá en noviembre próximo en Río de Janeiro.
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Según un estudio encomendado por Brasil, si los cerca de 3.300 multimillonarios del mundo pagaran el equivalente al 2% de sus riquezas en impuestos sería posible recaudar anualmente entre 200.000 y 250.000 millones de dólares para financiar proyectos de combate a la pobreza, el hambre y los cambios climáticos.
Haddad dijo que los actuales desafíos mundiales, como los cambios climáticos, exigen soluciones innovadoras y que la declaración aprobada permite anticipar la elaboración de instrumentos financieros que puedan ser usados cuando sean necesitados.
Aseguró que a pesar de que “obviamente hay preocupaciones, resistencias y hasta preferencias por otras soluciones”, todos los miembros del G20 estuvieron de acuerdo en que la propuesta tenía que constar en la declaración porque merece atención y porque tiene que comenzar a ser analizada por otros foros y organismos.
Haddad también calificó como “una victoria moral” el que los 20 países más ricos hayan aceptado una propuesta brasileña que busca justicia tributaria, la progresividad impositiva y combatir la evasión fiscal.
“No es poca cosa incluso porque todos los que me consultaron sobre la propuesta dijeron que nadie la aceptaría y que la declaración no sería aprobada. Vencimos el escepticismo de todo el mundo y dimos un primer paso”, dijo.
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Entre los escépticos estaba la secretaria estadounidense del Tesoro, Janet Yellen, que, en una rueda de prensa que concedió poco antes, afirmó que EEUU apoya la creación del impuesto pese a que descarta que pueda ser incluida en un acuerdo internacional.
“Vamos a trabajar con Brasil en esa propuesta ante el G20, pero es difícil tener una coordinación internacional en política tributaria y no vemos la necesidad de negociar un acuerdo global sobre el asunto”, afirmó la titular del Tesoro de Estados Unidos.
Fuente: EFE.