La respectiva norma fue suscrita este lunes por el ministro de Economía, Paulo Guedes, pero sólo entrará en vigor el 1 de enero próximo, anunció el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en un mensaje que publicó en sus redes sociales.
“Guedes firmó la norma que aumenta de USD 500 a USD 1.000 el límite de compras en free shops (los también llamados Duty Free) para los brasileños que vuelven de viajes al exterior”, anunció el mandatario.
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El jefe de Estado aclaró que, “debido a la legislación, este tipo de medida sólo vale para el año siguiente. La medida comienza a regir el 1 de enero de 2020".
En las tiendas libres de impuestos ubicadas en las fronteras terrestres, que tienen un reglamento específico, el límite fue elevado desde USD 300 hasta USD 500. Este valor se aplica para las tiendas ubicadas en la frontera con Paraguay, que son las que más valores movilizan.
La decisión no altera el límite de compras que los pasajeros pueden ingresar a Brasil libre de impuestos en su equipaje cuando viajan al exterior, que permanece en USD 500 para los viajes aéreos y USD 300 en los terrestres, ya que esos valores forman parte de un acuerdo en el marco del Mercosur, la zona de libre comercio que Brasil integra con Argentina, Paraguay y Uruguay.
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La medida, sin embargo, permite a un viajero que regresa del exterior ingresar al país con mercancías por USD 1.500 sin pagar impuestos, desde que USD 1.000 sean adquiridos en las tiendas libres de impuestos de los aeropuertos.
El Gobierno no detalló en cuánto caerá su recaudación de impuestos por la medida, pero un estudio del año pasado calculaba la renuncia fiscal en unos 185 millones de reales (unos USD 46,2 millones) al año.
El aumento del límite, que estaba congelado desde 1991, era una antigua reivindicación de las concesionarias con derecho a explotar tiendas libres de impuestos en los aeropuertos, que ganó más peso con la decisión de Bolsonaro de privatizar varias terminales aéreas y la llegada a Brasil de nuevos operadores.
Las concesionarias aprobaron el año pasado un proyecto de ley del Gobierno del entonces presidente Michel Temer para elevar el límite hasta USD 900, pero el reajuste no fue aprobado por el Congreso.
El Gobierno considera que la medida puede reducir la costumbre de los brasileños de adquirir electrodomésticos en el exterior sin declararlos al ingresar al país.