No dio concesiones Brasil. En una primera media hora inspiradísima cerró prácticamente el partido con goles de Neymar (10’) y Rafinha (18’), quien anotó el tercero en la segunda parte (58’) y Gabigol el cuarto (83’), para una de las demostraciones más completas de fútbol en lo que van las Eliminatorias por parte de quienes lideran de manera inobjetable la clasificación, a pesar del descuento de Luis Suárez de tiro libre cuando faltaban quince minutos para el final del partido (76’).
Los jugadores de Tite jugaron con absoluta cohesión durante todo el lance. Con Fred y Fabinho como centros de equilibrio en el mediocampo defensivo, Rafinha y Lucas Paquetá se desplegaron bien abiertos y lúcidos por las bandas, para dejar a Neymar como eje ofensivo, regresando en gran forma tras su más opaca actuación de días pasados en Barranquilla. Aquí, cerrando oportunidad a toda crítica del tipo que arreció sobre él en la previa, manejó los tiempos del juego brasileño, fue vertical imponiendo un ritmo intenso tras las líneas de Valverde y Vecino en la contención uruguaya, haciendo daño permanentemente en sus combinaciones con los citados más arriba.
Uruguay mostró su dignidad acostumbrada para buscar y encontrar el descuento cuando el dominio local no admitía oposición. Pero una hazaña de proporciones a que nos acostumbró en otro tiempo no llegaría bajo ningún sentido, mientras Muslera salvaba, una y otra vez, su arco de los embates brasileños.
Los líderes son la selección más efectiva del clasificatorio y a Uruguay le faltó el sentido épico (y el equipo competitivo) de otras jornadas.
Venció 4-1 a Uruguay, con juego bonito y efectividad.
Dejó con dudas a Uruguay, que tuvo 2 derrotas seguidas.
80
por ciento de los puntos ganó Tité al frente de la selección brasileña desde que es su entrenador, en 2016.
0
partidos perdió de local Brasil en la historia de las Eliminatorias: se mantiene invicto en su propio terreno.