“Es definitivamente más grande y hay mas gente de lo que pensé", señaló con inocencia a la cadena televisiva ABC el jovencísimo actor Jacob Tremblay (“Room”), acerca de sus impresiones sobre la alfombra roja.
Saltando y feliz, como corresponde a sus ocho años, Tremblay era uno de los más divertidos entre el glamour y los posados del resto de los invitados.
Su compañera de reparto Brie Larson, uno de los nombres en mayúsculas de la noche al ser la gran favorita para el premio a mejor actriz, argumentó que si no hubiera sido por Tremblay ella no estaría hoy en la gala de los Óscar.
También habló en la alfombra Matt Damon, nominado a mejor actor por “The Martian”, quien bromeó acerca de su rodaje con Ridley Scott al indicar que fue una experiencia “fácil” y “maravillosa”, no como “The Revenant”, la cinta del mexicano Alejandro González Iñárritu conocida por haberse grabado en durísimas condiciones.
Precisamente “The Revenant” parte como una de las grandes favoritas en los Óscar, con doce candidaturas, seguida de “Mad Max: Fury Road” y “The Martian”, con diez y siete nominaciones, respectivamente.
En la categoría de mejor película de habla no inglesa, la gran favorita es “Son of Saul”, ópera prima del húngaro Laszló Nemes, que conversó con Efe acerca de la película colombiana “El abrazo de la serpiente”, de Ciro Guerra, que también compite en este apartado.
Señaló que no ha podido ver todavía la nominada colombiana, pero apuntó que “lo primero” que hará al regresar a Nueva York será ir a verla, porque le han hablado “maravillas” de este filme, y añadió que en un acto previo a los Óscar se quedó “con la boca abierta” al escuchar a uno de los protagonistas de “El abrazo de la serpiente”.
“Es una maravilla estar aquí", dijo por su parte a Efe sobre la alfombra roja el diseñador español Paco Delgado, que opta al Óscar al mejor vestuario por “The Danish Girl”.
El modista afirmó que aspira “a divertirse” y “a pasarlo bien” aunque, no obstante, señaló que sí está “un poco nervioso”, no tanto por ganar o perder, sino por todo el proceso de asistir a una gala “tan impresionante”.
Y pese a que es una cita muy importante también para el mundo de la moda, Delgado apuntó que para los Óscar “cada uno se viste como se siente” y señaló que no es “crítico” con el estilismo de los asistentes.
