Una gran expectación estará volcada en Big Entertainment, productora de contenidos que representa a la banda, este jueves, cuando empiecen a cotizar en la Bolsa de Seúl sus acciones, que muchos creen que podrían dispararse en su estreno.
Sobre todo después de que su oferta pública inicial (OPI) atrajera el segundo mayor monto en suscripciones de inversores minoristas este año en Corea del Sur, unos 58 billones de wones (unos 43.000 millones de euros/ USD 56.560 millones), y de que muchas casas de valores arrojen excelentes perspectivas sobre los títulos de la compañía.
Interacción online
Ese optimismo responde no solo a la capacidad del grupo para pulverizar todo tipo de récords a nivel global, sino también a la intensa interacción online —todo un activo en plena pandemia— que BTS ha mantenido desde sus inicios con sus fans (mayormente femeninas y conocidas por las siglas ARMY).
“Han subido una enorme cantidad de contenido en la red desde su debut. De hecho, empezaron a subirlo antes incluso de debutar en 2013", dijo a EFE Lee Ji-young, doctora en filosofía y autora del libro BTS, Art Revolution: BTS Meets Deleuze”.
Lee subraya en su ensayo el hecho de que BTS y ARMY no pueden entenderse por separado ante ese continuo intercambio en redes que, recuerda, se incrementó con el lanzamiento en 2019 de Weverse, una red social creada por Big Hit para sus artistas.
“Su infraestructura de comunicación en línea está en otro nivel comparado con otros artistas, incluso aunque la mayoría de artistas del pop o del K-Pop utilicen redes sociales”, aseguró Lee.
Más de 100 millones de espectadores
El último ejemplo de esta capacidad de convocatoria, fortalecida a diario a través de Weverse, el canal de YouTube o las cuentas en Instagram, TikTok o Twitter, fue la acogida que tuvieron los conciertos que el grupo ofreció el pasado fin de semana: se calcula que más de 100 millones de personas en todo el mundo se conectaron para verlos.
Lee cree que estos recitales pueden considerarse “un estándar avanzado de lo que debe ser un concierto ‘online’ en esta era marcada por la pandemia” gracias al uso de tecnologías que se antojan idóneas para un evento no presencial, como “una plataforma interactiva en tiempo real, la realidad aumentada y el video ‘mapping’”.
La doctora surcoreana también opinó que la respuesta a la cancelación de la gira mundial de este año ha ayudado al grupo a mantener muy vivo el vínculo con sus seguidores o incluso a fortalecerlo, puesto que ha multiplicado actos de promoción o apariciones televisivas en EEUU.
BTS también participó en la ceremonia de graduación virtual que YouTube organizó en junio y pronunció por segunda vez un discurso ante la Asamblea General de la ONU.
“En cierto modo, creo que BTS ha sumado nuevos fans durante la pandemia”, afirmó Lee.
Dudas sobre el servicio militar
Esta semana, la banda también estuvo en el centro de dos episodios que generan incertidumbre y amargura en sus seguidores.
Por un lado, el Gobierno surcoreano anunció que prepara un plan para permitir que artistas como BTS puedan retrasar el cumplimiento del servicio militar —obligatorio para los varones en el país— hasta los 30 años, en vez de los 28, como marca la actual ley.
El plan se originó tras el llamamiento de varios políticos para crear excepciones (como las que disfrutan deportistas surcoreanos que ganan medallas y potencian la imagen exterior del país) para artistas como BTS, en un momento en el que el mayor de sus miembros, Jin (27 años), debe ser llamado a filas a final de año.
Pocos surcoreanos ponen en duda el rol de BTS como embajadores del país o su contribución a la economía nacional, pero el hecho de que la reforma legal deba ser consensuada y aprobada contrarreloj e incluso pueda ser protestada por determinados sectores promete generarles ansiedad al grupo y a ARMY.
Controversia china
Más polémico resultó lo sucedido tras un discurso pronunciado el 7 de octubre por el líder del conjunto, RM, al recibir BTS un premio de una asociación que promueve el intercambio entre EEUU y Corea del Sur.
RM mencionó el “historial de dolor” y los “sacrificios de incontables hombres y mujeres” que comparten ambos países en relación con la Guerra de Corea (1950-1953).
Días después, multitud de internautas chinos comenzaron a mostrar su enfado con el hecho de que no mencionara a su país (que participó del lado norcoreano en el conflicto), un enojo que recogió en un editorial el diario oficialista Global Times, que dio la razón a los agraviados.
Peor aún, empresas como Samsung, Hyundai o Fila retiraron las campañas publicitarias online que tenían con BTS en el suculento mercado chino, una mala noticia ante la inminente salida a bolsa de Big Hit.