La violencia de cada día. Empujar al compañero en la fila, filmar una pelea y compartirla a través de las redes sociales, sembrar miedo en la clase, amenazar, golpear, hacer daño, son solo algunas de las facetas del acoso escolar o bullying que acecha no solo en las instituciones educativas, sino también en el propio seno de la familia.
“El acoso escolar o bullying es una práctica cotidiana, entre niños y adolescentes”, sostiene la licenciada Liliana Orué, jefa del Servicio de Psicología del Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS), al tiempo de añadir que es más cotidiana de lo que se puede imaginar. Hay seis tipos de acoso y va desde el sexual al sicológico (ver infografía).
¡CUIDADO EN EL HOGAR! Hay varios tipos de acoso moral entre niños y jóvenes, pero también entre adultos, según la literatura y práctica profesional. Las bromas entre los integrantes de una familia pueden representar el inicio de traspasar la acción en la escuela y otras esferas de la sociedad. “La recurrencia de las bromas pesadas trasciende la frontera de la simple bromita y debiera alertarnos tanto a padres como a autoridades de los distintos niveles educativos para eliminar estas prácticas de nuestra vida cotidiana”, insta Orué.
Según los trabajos de investigación de sociólogos internacionales, recomiendan no analizar el tema del bullying solo como acoso escolar, “sino también entender que esta conducta ha ido cambiando, en distintos ámbitos, y afecta tanto la vida social como emocional de muchas personas jóvenes y adultas”.
El acoso empieza con una sencilla falta de respeto, con una mentira, con una manipulación, pero solo los encontramos insoportables si nos afectan directamente, sostiene la profesional. Esta indiferencia puede afectar sicológicamente a la víctima si el entorno no reacciona, porque al no tener seguridad de que será comprendida, calla y sufre en silencio.
El bullying está en una etapa de conocimiento tanto por parte del círculo familiar del acosado, como también del área escolar, según se detecta dentro de la experiencia en la atención a los asegurados en el Hospital Central del IPS.
La recurrencia de las bromas pesadas trasciende la frontera de la simple bromita y debiera alertarnos.
Lic. Liliana Orué, sicóloga.
Niño sufre depresión por acoso en escuela
Una depresión del tipo 1 fue diagnosticada por un especialista a un niño en edad escolar. Según la denuncia de familiares, el chico sufre acoso escolar sistemático y ya no quiere ir a la escuela privada a la que asiste. “Me preocupa la seguridad de mi hijo y quiero que vuelva a la escuela”, lamentó el familiar. Indicó que el niño ya lleva dos semanas de ausencia a raíz del trato recibido por un par.Hasta la fecha, desde la institución educativa, la escuela Sagrada Familia de San Lorenzo, no dieron una solución para que el estudiante vuelva tranquilo a clases.
Eso que estamos en pleno cierre del proceso lectivo. Las clases culminan en alrededor de 45 días oficialmente.
La primera respuesta que le dieron los directivos de Sagrada Familia fue que no detectaron un caso de acoso escolar, por lo que no había nada que hacer.
“Ya fui más de tres veces a hablar con las autoridades, pero no recibo respuestas”, expresó el familiar.
Los síntomas del acoso escolar están presentes en el chico. Además de la depresión de primer grado, el alumno tiene problemas de insomnio, por lo que tuvo que ser derivado de vuelta a centros de salud.
El reclamo ya fue realizado igualmente ante la Supervisión de Apoyo Técnico Pedagógico de la zona, según consta en un documento del 4 de octubre pasado.
RESPUESTA. Datos de un informe de la Supervisión Pedagógica local del MEC indican que desde el colegio no pudieron detectar el caso de acoso escolar denunciado hace ya varios días.
Por otro lado, desde la dirección de la escuela de gestión privada prometieron comunicarse con un equipo del diario, pero hasta el cierre de esta edición no devolvieron nuestros llamados.
Cada año, el MEC registra cerca de 300 denuncias de bullying en escuelas.