Mediante un comunicado, el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Cabotaje de Argentina alertó de un nuevo caso de “éxodo” de una nave de bandera argentina hacia Paraguay.
Según la denuncia, son reiterados los casos de embarcaciones que cambian de insignia para aprovechar las ventajas impositivas que brinda el país.
“Estimados Socios/as: Víctima de las malas políticas, de la falta de reglamentación de la Ley de Marina Mercante y la alta presión impositiva sobre los buques de bandera argentina, más la ineficaz y alta burocracia estatal, provincial, municipal, portuaria, de las autoridades aduaneras y de policía de seguridad, el B/M Piray Guazú va navegando hacia Paraguay para proceder al cambio de bandera y luego seguir realizando el mismo tráfico comercial que hasta hoy hizo con bandera argentina”, denunció el gremio.
El “Piray Guazú” es uno de los tantos remolcadores de empuje que navega por la hidrovía Paraná Paraguay, impulsando los llamados “trenes de barcazas” que transportan mercaderías a granel o contenedores desde y hacia puertos de Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia.
Este tipo de naves conectan los puertos fluviales de la región con las terminales portuarias de ultramar a través de las cuales entran y salen el 90% de las exportaciones e importaciones de la región.
Los marinos piden a las autoridades nacionales que impidan la pérdida de una nueva nave a manos de la bandera paraguaya.
“Pese al esfuerzo de las tripulaciones para hacer más competitivos sus salarios, las circunstancias nombradas anteriormente determinan la toma de esta decisión por parte de la empresa armadora, a la cual no culpamos, sino que victimizamos”, sostiene el documento sindical.
Según Jorge Bianchi, miembro de la comisión directiva del Centro de Capitanes Fluviales y director de la Liga Naval Argentina, una vez que la embarcación argentina obtenga su nuevo pabellón seguirá haciendo el mismo tráfico comercial que realizaba hasta ayer, pero con tripulantes paraguayos y tributando a Paraguay.
Esta situación preocupa a los gremios ya que no pueden tener flete por los costos fiscales a los que los somete la bandera argentina. “No hay caso, transportar el mismo contenedor con un barco matriculado en Argentina es muchísimo más caro que transportar el mismo contenedor en el mismo barco con otra bandera”, declaró Bianchi a Infobae.
Lamentaron que el problema pase fundamentalmente por una elevadísima presión fiscal a la que se le suma una enorme burocracia estatal tanto nacional, provincial, municipal y portuaria. Esta ineficiencia torna inviable la competitividad de la bandera argentina en el tráfico fluvial.
El gremio advierte que con esta situación se están perdiendo divisas para el país, fuentes de trabajo no solo para el personal embarcado, sino además para los astilleros, y obviamente la posibilidad de transportar la producción argentina en sus propios buques.
De no haber novedades hasta el próximo lunes, si el Gobierno argentino no atiende la problemática, los trabajadores del sector anticipan medidas de fuerza que podrían afectar el transporte de mercadería.