El planteamiento que llegó al Congreso prevé dotarles a los hijos menores de edad y a los que cuentan con discapacidad –quienes quedaron huérfanos– de una pensión mensual, consistente en 15 jornales mínimos.
La propuesta legislativa fue presentada por el senador Derlis Osorio en octubre del 2023, y ya fue aprobada en Senado. Ahora se encuentra en pendiente en las comisiones y posteriormente pasará a Diputados.
“El Estado paraguayo no tiene una política pública con relación a los niños víctimas. Conocí una experiencia, donde un policía de San Juan Bautista, Misiones, se puso muy celoso, y se fue al colegio, le mata a la señora, que era docente, frente a todos los alumnos, se suicida y quedan tres hijos. El problema es: ¿Quién se hace cargo de los hijos?”, se cuestionó Esquivel.

La importancia radica en dar un abordaje debido –resaltó–, primero porque los derechos de los niños y adolescentes tienen un carácter prevaleciente y, segundo, es que “si el Estado no aborda ese tema es probable que va a ser marginal, si no le damos condiciones mínimas de estudio, educación, salud”, dijo.
Hasta mediados de mayo, se contabilizó un total de 16 casos de feminicidios, que dejaron a 34 hijos huérfanos.
“Nosotros nos centramos mucho en las estadísticas: ‘Murió una víctima más’, pero esa víctima más generalmente trae un fenómeno que se denomina externalidad (efecto secundario), que es un fenómeno no deseado, entonces lo que queremos es que el Estado paraguayo tenga una abordaje”, sostuvo el defensor general.
La Defensa Pública hizo sugerencias y observaciones al proyecto de ley. Sobre la pensión, propuso que sea retroactiva y que se brinden protección y apoyo a las víctimas colaterales de estos trágicos sucesos.
Sugieren la creación de un fondo especial para garantizar esa pensión en forma sostenible, así como la implementación de medidas de protección y asistencia integral para las víctimas; capacitación y sensibilización del personal encargado de aplicar esta ley.
TRÁGICO. Recientemente, una víctima colateral de un feminicidio ocurrido hace trece años decidió hablar y contó la desordenada vida que tuvo después. Se trata de Paolo Trotte, hijo de Adolfo Trotte, quien cumple una sentencia de 40 años por la muerte de su esposa Sonia Vera. Fue una vida de dolor, depresión, exceso de drogas y alcohol y gracias a la fe en Dios, ahora pude salir adelante, dijo Paolo.