Empujar una carretilla que lleva varios bidones de agua, que fueron extraídos de un arroyo, es cosa de todos los días en la compañía San Mateo Tebicuary de San Juan Nepomuceno, Departamento de Caaguazú.
El trayecto es un poco largo y la falta de buenos caminos complica aún más la situación de unas 100 familias, que están preocupadas, ya que el afluente está decreciendo y eso hace que el agua pierda aún más su calidad.
Ya llevan así 12 a 13 años y manifestaron estar cansados de las promesas incumplidas y la falta de interés de las autoridades para brindar un servicio tan básico como el de contar con agua potable.
En ese sentido, anunciaron que volverán al Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa) para seguir insistiendo, ya que cada día se agotan las opciones, informó Telefuturo.
Pedro Javier Rivas, un poblador de la zona, sostuvo que luego de las fiestas irán hasta el Senasa para seguir presionando. “Piden aguantar más, pero ya no estamos como para aguantar, ya se termina el agua de nuestro pozo”, sostuvo.