Para el consumo en fresco de la mandioca, el estudio definió variedades de calidad culinaria relevante e identificaron variedades de mandioca con destino a la industria por su mejor rendimiento y contenido de almidón.
La orientación también se enfocó en los aspectos agronómicos para la conservación de rama-semilla, preparación de semillas para la plantación, épocas de siembra, entre otros aspectos.
Según datos del censo de 2022, en el país se producen 2.216.755 toneladas de mandioca, de los cuales el 73% se destina al autoconsumo en finca; 15% al consumo de mandioca fresca, y el 12% a la industria.
En cuanto a la batata, los experimentos revelan datos sobre métodos de plantación, densidad, época, plagas y enfermedades, características de los materiales genéticos, recomendaciones técnicas para el manejo del cultivo, tratamiento de esquejes, almacenamiento y conservación, rotación del cultivo, entre otros. La batata tiene un cultivo de ciclo corto entre 100 a 180 días, por lo que se recomienda cultivar entre rotaciones de cultivos.
Con relación al sésamo, resaltaron la importancia de la adaptación de las tecnologías a las condiciones del productor, selección de variedades, métodos de siembra, época, densidad de siembra, manejo agronómico, plagas y enfermedades, además de condiciones para la cosecha.
También se refirieron al rubro arroz, en que buscan obtener variedades de alto rendimiento, calidad superior al IRGA 424 y resistente a enfermedades.