Bajo el argumento de “políticas de la empresa”, muchas firmas de transporte público de pasajeros no permiten que los animales de compañía viajen con sus dueños. En el caso de buses de larga distancia, en la mayoría de los casos solo ofrecen viajar a las mascotas en el maletero, situación que está prohibida.
Esta disposición adoptada por las empresas de transporte trasgrede la Ley 4840/13 de Protección y Bienestar Animal, que establece que los animales deben ser transportados en condiciones adecuadas, con suficiente aireación, movilidad, hidratación y alimento, según Juan Manuel Enciso, titular de la Dirección Nacional de Defensa, Salud y Bienestar Animal.
Juan Manuel Enciso informó que para detener esta práctica solicitaron de manera urgente una reunión con el director y el asesor jurídico de la Dirección Nacional de Transporte (Dinatrán), con la intención de “acordar políticas a fin de que los animales de compañía puedan viajar acompañados de sus dueños en cabina”.
La imposibilidad de trasladar a las mascotas en buses de larga distancia quedó evidenciada, esta vez, por el gato mochilero Bella y su propietario Jhon Alexander Galvis, que se encuentran recorriendo el país desde hace un mes.
Nota relacionada: El gato mochilero y la gata Clarita se conocieron
A través de sus redes sociales, lugar desde donde se conecta con sus miles de seguidores de todo el mundo, Jhon había compartido la odisea que vivió para llegar a Asunción desde Bolivia el pasado mes de enero.
El colombiano y su gato tuvieron que caminar kilómetros en el Chaco paraguayo hasta encontrar un bus que los trasladara hasta la capital del país, incluso quedó sin comunicación durante más de un día.
Estando en Asunción, varias agencias de transporte también le negaron el boleto a Bella para viajar con destino a Ciudad del Este, hasta que por medio de las redes sociales una empresa de transporte les regaló dos pasajes gratuitos con los que pudieron viajar.
Sin embargo, al intentar retornar a la capital del país y a pesar de ya comprar el pasaje para Bella volvieron a tener problemas, esta vez de parte de un hombre que se opuso a que el animal viaje en la cabina de pasajeros.
Gracias a la intervención de la directora jurídica de la empresa el problema fue subsanado y finalmente pudieron viajar.