La actividad se llevó a cabo en las instalaciones de la Pastoral Social de Villarrica, con la presencia de autoridades eclesiásticas, municipales, Itaipú Binacional, Gobernación del Guairá, entre otros.
Rubén Irala, gerente general de la Fundación para la Promoción Humana para el Desarrollo, dijo que el proyecto surgió a través de la gestión del obispo de Villarrica, monseñor Adalberto Martínez Flores. Comentó que el proyecto beneficiará a las familias de alta inseguridad alimentaria y de extrema pobreza de los departamentos de Guairá y Caazapá. Irala señaló que se realizó un intenso trabajo para detectar los hogares más pobres y que se encontró con unas 850 familias en extrema pobreza que “cuando amanece no saben si comerán”, explicó.
Por otra parte, detalló que el proyecto no incluye la repartición de víveres, ya que la idea es enseñarles a producir alimentos en sus propias fincas con profesiones capacitados en el área, ya sea con producción de tilapias, huertas, entre otros. En la primera fase del proyecto, se trabajará con comunidades indígenas de Paso Yobái, Independencia, además de las familias campesinas de Itapé y Dr. Bottrell, en el Guairá. En el Departamento de Caazapá, las comunidades indígenas ache de Aba’i, también de Coronel Maciel, Moisés Bertoni y Caazapá serán beneficiadas. Según Irala, actualmente en Guairá existen más de 6.000 familias en extrema pobreza y que en Caazapá existe 63% de familias en extrema pobreza. A su vez, dijo que en las zonas mencionadas hay más de 2.000 hectáreas ociosas que se pueden usar para mejorar su calidad de vida. RG