La también directora de la excavación ubicada en la conocida como Granja del Mont-Saint-Jean destaca igualmente los hallazgos recientes: “Hemos descubierto lo que parecía ser un vertedero de residuos hospitalarios con caja de munición, miembros amputados y también caballos que habían sido sacrificados en la trinchera”, lo que supone una prueba documental de la fiereza de la batalla.
Según Moulaert, los restos óseos, que serán analizados en el laboratorio, pueden servir para comprender las técnicas de amputación de la época, así como para conocer si los caballos fueron utilizados para el transporte de tropas o carros, y cuáles fueron las razones de su fallecimiento.
Una investigación de un grupo de historiadores y arqueólogos belgas, publicada hace dos años, explicó los escasos hallazgos de cadáveres de los miles de soldados y caballos muertos en la batalla de Waterloo porque los habitantes de la zona desenterraron los restos y los vendieron a la industria azucarera para blanquear el azúcar de remolacha. EFE